viernes 29 de marzo del 2024

"También quedé en la historia buena de River"

Juan José López reconoce que es imborrable la mancha del descenso pero asegura que para él "el fútbol no es de vida o muerte" y destacó su pasado como futbolista.

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Juan José López mantiene un perfil bajo desde el descenso de River a la B Nacional que marcó su carrera como entrenador y su vida personal para siempre aunque asegura que para él el fútbol "no es de vida o muerte". Pero cada vez que habla, sus palabras generan distintas reacciones en los medios y redes sociales, algunos para agraviarlo pero muchos también para valorar su historia como jugador y el haber puesto el pecho en el momento más crítico de la historia del club.

"Quedé en la historia negra de River pero también en la buena, porque después de 18 años salimos campeones. Yo personalmente me siento orgulloso de todo lo que hice en el club, siempre fue con honestidad, sin lastimar a nadie", destacó JJ en Radio Mitre.

El Negro López agarró al equipo en una situación comprometida con el promedio y con un plantel que no estaba a la altura de la historia de River, sin embargo la mayor parte de la culpa recayó sobre él. "Uno sabe que el fútbol es ingrato, sobre todo como técnico. A veces te toca perder, y a veces cuando te toca perder tiene un costo muy alto. La rabia que me da es que me tocó irme al descenso con el club que me vio nacer, crecer y hacerme hombre. Si te fijás mi campaña fue la mejor de las últimas cinco antes del descenso. Si no se dio por algo será, en algo fallamos, y no solo yo", analizó el entrenador.

JJ no niega su amor por River pero asegura que no volvería a la cancha aunque sí lo dirigiría en una situación similar a la que le tocó agarrar en su momento. "A veces hay que poner el pecho a las balas, yo lo hice sin chaleco antibalas y así me fue".

Ante la pregunta de los periodistas del SuperMitre Deportivo si se arrepentía más por haber jugado en Boca que por ser el DT que "mandó a River al descenso" aseguró que "fue una situación pensada". "Faltaban 24 horas para que cierre el libro de pases y yo no tenia club. En ese momento no se ganaba la plata que se gana hoy y yo tenia que alimentar a mi familia. Tenía 33 años y no sabia hacer otra cosa más que jugar al fútbol. Acepté porque era mi trabajo, de River me habían echado después de once años y siete títulos pero no fui a Boca por revancha".