La carrera de Usain Bolt terminó de la manera más inesperada e injusta para un atleta de la talla del jamaiquino, que arrasó con todas la medallas y récords durante la última década para convertirse en una leyenda del deporte mundial.
Pero al parecer, por lo publicado por el diario británico The Sun el triste desenlace en la final de Relevos 4 x 100 no tuvo que ver con la mala suerte, sino con no cuidarse de manera correcta en los días previos a la competencia.
Según se ve en el video difundido por el medio sensacionalista, Bolt asistió a una fiesta organizada en conmemoración de su amigo fallecido en abril de este año Germaine Mason y estuvo bailando, tomando ron y coñac y besándose con mujeres hasta las 6 de la mañana.
La versión que contó el jamaiquino sobre la inoportuna lesión en su pierna izquierda obviamente fue distinta: “Por la mañana sentí algo raro en mi muslo, creo que venía de la espalda. Se lo dije a mi gente cuando volvíamos de la pista de calentamiento. Mi fisioterapeuta Eddy me preguntó: ‘¿Estás seguro que quieres correr esta noche?’ Le dije que no era una cuestión de querer, sino de deber”. Con o sin fiesta, el legado que deja Usain Bolt es tan grande como el vacío que deja su despedida.
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