viernes 19 de abril del 2024

'Bebote', el innombrable que volvió a prisión

El barra del Rojo se entregó a la Justicia tras el apriete al DT Holan. En la casa donde estuvo oculto hallaron 117 mil pesos y 6.900 dólares.

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“Bebote” Alvarez (44) tenía todo lo que se necesita para pasar a la clandestinidad por un largo tiempo: una casa alejada de la ciudad, un auto a disposición para abandonar el lugar en caso de emergencia, un teléfono nuevo y dinero, mucho dinero; lo suficiente como para sobrevivir hasta que su nombre desaparezca de la órbita mediática. Pese a todo esto, el jefe de la barrabrava de Independiente cambió de estrategia (no de abogada) y eligió el camino más fácil: entregarse.

Pablo Álvarez, que tenía pedido de captura internacional acusado de extorsionar al entrenador del Rojo, Ariel Holan, se entregó ayer a la mañana en el Polo Judicial de Avellaneda.

“Ayer a la noche (por el jueves pasado) tuvimos once allanamientos a distintos domicilios de él y de otros integrantes de la barrabrava de Independiente”, confirmó Juan Manuel Lugones, secretario ejecutivo de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide). “Alvarez no tenía forma de escaparse”, entendió el funcionario.

Bebote se puso a derecho cuando se dio cuenta que estaba cercado y que la Policía Bonaerense se preparaba para allanar la casa quinta de Berazategui, donde estaba oculto. Atrás quedaban esos tiempos en los que gozaba de cierta protección judicial en la que los medios no podían mencionarlo ni publicar su foto.

Huida y detención. El capo de la barra del Rojo escapó de la casa quinta minutos antes de que llegara personal de la Dirección de Investigaciones de Lanús. No tuvo tiempo ni para llevarse la plata que guardaba. Según fuentes policiales, en el domicilio en el que presuntamente se escondía hallaron 117 mil pesos, 6.900 dólares y cuatro cheques de 50 mil pesos.

Bebote salió tan rápido que dejó el televisor encendido. “La pava estaba tibia”, destacó uno de los policías que participó del operativo, una clara señal de que había gente allí antes de realizarse el allanamiento. Si efectivamente estaba Bebote en ese momento, alguien le avisó. Se sabe que los barras no sólo tienen amigos en otras hinchadas y buenos lazos con los dirigentes, también contactos en la Policía y la Justicia. ¿Quién le avisó?

Bebote es uno de los barras más legendarios con un liderazgo que lleva más de dos décadas, algo que ni siquiera Rafael Di Zeo pudo conseguir en La 12 de Boca Juniors.

Hasta que estalló el escándalo por el apriete que sufrió el DT Ariel Holan, Bebote se movía a sus anchas por la sede de Independiente. Para que se entienda: en el club de Avellaneda es tan conocido como Bochini. Sin ir más lejos muchos hinchas le piden autógrafos y se sacan fotos con él como si se tratara del capitán Nicolás Tagliafico.

Su histórica abogada Débora Hambo, una ex integrante de la polémica ONG Hinchadas Unidas Argentina (HUA), minimizó la acusación contra su cliente: “Alvarez no se subió al auto de Holan por la fuerza, sino que lo invitaron a subir”, intentó justificar la letrada.

El juez Luis Carzoglio había pedido su captura internacional este martes después del partido que Independiente disputó con Nacional de Paraguay. Ese mismo día, el capo de la barra intentó victimizarse: “La dirigencia me quiere ver preso”, apuntando contra Hugo y Pablo Moyano, presidente y vocal del club de Avellaneda.

Bebote fue identificado por el DT Holan (defendido por los abogados Gabriel Iezzi y Víctor Varone) como uno de los barras que el jueves de la semana pasada lo apretó con la intención de conseguir 50 mil dólares para ir al Mundial de Rusia 2018. El entrenador regresaba de la práctica en auto con uno de sus ayudantes de campo y un amigo cuando fue interceptado por otros tres vehículos y dos motos de apoyo. El barrabrava bajó de una de ellas y supuestamente se metió a la fuerza en el coche del técnico para perpetrar la amenaza.

“Lo tuvo quince minutos arriba del auto dando vueltas y pidiéndole 50 mil dólares. Hice la denuncia en la Fiscalía General de Lomas de Zamora por privación ilegítima de la libertad, amenazas y extorsión”, relató Lugones, el titular de Aprevide.

Si bien Bebote fue denunciado por privación ilegal de la libertad, el juez Carzoglio ordenó su detención por los delitos de “extorsión y amenazas”. Pocas horas después de entregarse fue trasladado a la alcaidía de San Martín, donde permanecerá alojado hasta que la Justicia resuelva su situación procesal. Anoche durmió en la celda 5 del pabellón I.

(*) Esta nota fue publicada en el Diario PERFIL.