El verdadero negocio empieza ahora. Eso es lo que repiten en las oficinas de Fox y Turner como para arengar a los representantes y voceros que van de reunión en reunión. “Ahora”: el momento en que los hinchas prendan la tele para ver a sus equipos y se choquen con un paredón de películas y partidos vintage, pero a su vez tengan la llave para saltar el paredón ahí, a un golpe de vista: “Pack fútbol. Viví tu pasión por dos canales las 24 horas los 365 días del año. Suscribite por 300 pesos”. Una oferta que, para muchos, será irresistible.
Después de tres meses de transición y sin elecciones en el horizonte, este fin de semana comienza el fútbol ciento por ciento pago. Será el retorno a los viejos tiempos de pagar para ver o, en su defecto, ir a un bar. Un retorno que empezó a diseñarse a fines del año pasado, cuando el Gobierno decidió dar por terminado el Fútbol para Todos que se inició en 2009. “Es un negocio complejo, sobre todo porque la gente comenzó a considerar normal que el fútbol sea gratuito. Pero la realidad es que en ningún país del mundo lo es”, dicen desde adentro de una de las empresas, mientras buscan neutralizar las distintas hipótesis de conflicto que esperan para los próximos días: desde amparos para seguir viendo el fútbol de manera abierta hasta la posible avalancha de retransmisiones caseras vía redes sociales.
El frente judicial es un tema de preocupación para ambas cadenas: ya son varios los pedidos de cautelares para que el fútbol siga emitiéndose por señales abiertas. Por esa razón, sus abogados ya activaron sus influencias para que los pedidos se diluyan.
Desde ayer, y al menos hasta fin de año, de los 14 partidos de la fecha de Primera, diez serán televisados exclusivamente para usuarios pagos y cuatro se transmitirán de manera “abierta” por canales de cable convencionales (TNT y Fox 2). Ninguno de esos partidos involucrará a los cinco clubes grandes. Este fin de semana, como para inaugurar esta suerte de premio consuelo para los que se queden afuera, los encuentros elegidos fueron Banfield-Colón, Tigre-Central, Unión-Godoy Cruz y Defensa y Justicia-Olimpo.
El primer millón. Los números de inscriptos hasta el momento varían según la fuente. Desde Turner aseguran que hay alrededor de 800 mil suscriptores, y que el número incluso podría ser mayor porque no se contabiliza una parte importante del interior del país. Desde Fox, a pesar de reiterados intentos realizados por este diario, no quisieron dar información, ni de éste ni de ningún tema. En lo que respecta a los cableoperadores, el número es más preciso: Cablevisión vendió 282 mil paquetes, DirecTV 250 mil, y entre Telecentro y Supercanal comercializaron alrededor de 100 mil. En lo que coinciden todas las fuentes es en que el objetivo para el próximo fin de semana, cuando la zanahoria perfecta sea el Superclásico entre Boca y River, será llegar al millón de suscriptores.
Turner y Fox arrancan en el mismo lugar que sus predecesores, que ahora también son socios, porque en 2009, TSC, la empresa de Torneos y el Grupo Clarín que era dueña de los derechos televisivos del fútbol argentino, contaba con 800 mil abonados al fútbol codificado.
La vieja simpatía entre el Gobierno y Turner se refrendó este jueves, cuando Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal asistieron al Upfront de esa cadena, que presentó las distintas iniciativas para 2018: transmisión del fútbol argentino, producciones originales, nuevos canales y desarrollo de productos digitales. Ese encuentro fue una buena excusa para que el Gobierno ilustre un viejo anhelo: la llegada de inversiones extranjeras. Aunque también tuvo otro significado: fue el punto final del Estado involucrado en el negocio del fútbol televisado.
Tecnología contra la piratería. Ocho años después, la tecnología y las costumbres en la Argentina y en el mundo cambiaron. Y si antes, cuando los derechos pertenecían a Torneos y Clarín, los partidos pagos podían piratearse a través de decodificadores truchos, ahora el gran temor de Fox y Turner es lo que puede ocurrir en las redes sociales.
“En el imaginario de la gente está que se podrán ver online, sin pagar, mediante portales o cuentas de Twitter y Facebook”, aseguran desde una de las empresas. “Pero eso va a ser revertido por la realidad. Porque la tecnología para hackear es buena, pero la que buscará neutralizarla, está mucho más desarrollada”.
Tanto Turner como Fox adquirieron la tecnología que supuestamente podrá evitar estas intrusiones en el inabarcable mundo de las redes sociales. Llegaron software desde Estados Unidos, y también capacitadores que instruyeron al personal de las dos cadenas.
En paralelo, Fox y Turner trabajan junto a Twitter, Facebook y Snapchat para regularizar la transmisión de los eventos deportivos. No es una novedad: en julio, por ejemplo, Twitter transmitió, con récord de audiencia, la final de la Liga Nacional de Básquet que San Lorenzo le ganó a Regatas de Corrientes. En un futuro no muy lejano, el fútbol podría sumarse a esa ola.
(*) Esta nota fue publicada en el Diario PERFIL.
