lunes 18 de marzo del 2024

Un amistoso innecesario

La Selección perdió 4-2 contra Nigeria, pero hay algo peor que el resultado: salvo alguna excepción en el primer tiempo, el equipo fue un desastre.

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La Selección Argentina acaba de perder 4-2 contra Nigeria. Pero hay algo peor que el resultado: salvo alguna excepción en el primer tiempo, el equipo fue un desastre.

De todos modos, lo sabemos, hay algo mucho más grave aún: se viene una semana con críticas, especulaciones y debates, una semana de panelismo, sabelotodos y opinators, una semana de preocupaciones, lamentos y proyecciones catastróficas. Y todo por un amistoso.

Un amistoso, además, en el que solo jugaron la mitad de los titulares.

La ecuación de los partidos previos a los mundiales es básica: si gana, todo sigue igual, pero si pierde, se viene la noche. ¿Tiene sentido, entonces, exponerse a semejante escarnio? Hasta el Diego sacó provecho del papelón. “Estoy caliente porque regalan nuestro prestigio, pero los pibes no tienen la culpa”, publicó en su cuenta en Instagram.

Y agregó: “Quiero volver”. Solo falta que irrumpa Caruso Lombardi, se candidatee y garantice que con él la Selección saldrá campeona en Rusia.

Lo único que justifica la presencia de la Selección en estos partidos tiene que ver con la posibilidad de darle minutos de juego a algún suplente. Y el cachet, claro. El resto es innecesario. Que Leo Messi se haya guardado en este partido ante Nigeria para no exponerse es otra evidencia de que la importancia de estos amistosos es relativa.

Ah, cierto: Agüero hizo un gol, superó a Crespo y quedó tercero en la tabla de goleadores históricos de la Selección. Eso es todo, amigos. El resto de lo que ocurrió en Krasnodar es tan prescindible como el cuarto árbitro.