Una inesperada y desagradable sorpresa encontraron los trabajadores que realizan las obras en el estadio del humilde equipo alemán de la ciudad de Hamburgo Billstedt Horn cuando debajo del campo de juego apareció una esvástica gigante, símbolo nazi de la época más nefasta que vivió el país.
La esvástica mide cuatro metros y fue encontrada 40 centímetros bajo tierra. En ese mismo lugar donde se hallaron estos restos de un monumento de piedra, la intención del club es construir la zona de vestuarios en el remodelado estadio Hein Klink Sportplatz.
La excavadora no pudo continuar al chocar contra una gran roca que finalmente se convirtió en el triste recuerdo de una época trágica. "No pude quitar la esvástica con mi excavadora. Eso doblaría la pala", contó uno de los operarios. Es por eso que las autoridades locales han decidido enviar al lugar un martillo neumático para poder romper el emblema nazi en trozos pequeños.