Arsenal de Sarandí fue beneficiado por un penal inexistente, pero luego hizo sufrir a Huracán, aunque terminaron en un empate 1 a 1 que poco le sirve a ambos en su lucha por la permanencia en la Superliga.
En la continuidad de la decimosexta fecha, las emociones llegaron en el final del primer tiempo, cuando Lucas Wilchez adelantó con ese penal a los del Viaducto a los 36 minutos y Fernando Coniglio igualó las acciones para los dirigidos por Gustavo Alfaro en la última jugada.
La igualdad no benefició a Arsenal en su búsqueda por salir de la zona de descenso y tampoco a Huracán, que si bien sigue fuera de esa mini tabla, no puede despegarse.
Huracán fue más profundo de entrada, principalmente con la velocidad de Noir y el juvenil Nicolás Silva, de buena presentación.
Pero le faltó la puntada final para llevar ese dominio al marcador, porque Coniglio estuvo muy errático y distante en la definición.
Fue después del parate para refrescarse por el intenso calor que hacía en Sarandí que se "rompió" el partido, se desorganizó un poco y empezó a haber más espacios.
Con dos entrenadores meticulosos como Rondina y Alfaro, el encuentro no se salía del molde, hasta que la intervención del árbitro Darío Herrera modificó la estructura.
Es que sancionó penal a los 34 minutos tras una zambullida de Purita dentro del área, quien era marcado por Alvarez, y le dio la opción a Arsenal, que hasta ese momento casi no había inquietado a Marcos Díaz.
A Wilchez poco le importó, anotó el tanto y festejó con toda la gente del Viaducto, que necesitaba sumar puntos como el agua para conseguir la permanencia.
El golpe dejó tecleando a Huracán e incluso le permitió a Arsenal tener una chance de ampliar más su ventaja: Salcedo falló y Wilchez, totalmente solo, la tiró afuera.
Tras esa ocasión perdida, el Globo retomó el control de la pelota y fue con todo en busca del empate, que pudo haber llegado en una apilada de Pussetto.
Y cuando parecía que se iban al descanso con la ventaja para Arsenal, llegó un centro al área local, una serie de rebotes y apareció Coniglio para hacer con la cabeza, lo que no había podido con los pies. 1-1 y a los vestuarios.
La siesta de Huracán, más allá del gol, se extendió en el arranque del segundo tiempo, y Arsenal lo arrinconó contra Marcos Díaz, que apareció en los momentos justos.
Primero, Chaves reventó el travesaño con un misil de media distancia y luego el arquero de Huracán tapó un mano a mano a quemarropa tras un grosero error de los defensores centrales.
Ni siquiera con el ingreso de Montenegro y Toranzo pudo recuperar la pelota, la pasó mal y debió defenderse ante un Arsenal que con más ganas que fútbol, lo complicó.
Sin embargo, ninguno de los dos pudo romper el empate y terminaron repartiendo puntos que poco le sirven en su real objetivo de la temporada: lograr la permanencia.
Fuente: NA
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