Talleres de Córdoba no quiere despedirse de su sueño de campeón y se colocó a 5 puntos del líder Boca Juniors, al imponerse a Atlético Tucumán por 3 a 1, al cabo de un aceptable encuentro disputado esta noche en el estadio "Mario Alberto Kempes", en el marco de la decimonovena jornada de la Superliga.
Rodrigo Aliendro inauguró el marcador, a los 8 minutos del primer período, para el "Decano" tucumano. A los 29 del complemento, el uruguayo Junior Arias niveló para el local, y Carlos Quintana, a los 35, y Juan Ramírez, a los 47, establecieron la diferencia definitiva para el cuadro cordobés.
Atlético Tucumán terminó con un hombre menos por la expulsión de Francisco Grahl, a los 41 minutos de la segunda etapa. Lejos de constituirse en una fuerza un tanto endeble para el encumbrado Talleres, el diezmado elenco tucumano le jugó de igual a igual desde el mismo inicio del cotejo.
El mix que armó el entrenador Zielinski para resguardar a algunos titulares de cara a su próximo compromiso por la Copa Libertadores complicó más de la cuenta al desdibujado elenco de la "Docta", que en todo el primer tiempo casi no visitó a Batalla.
El discutido tanto de Aliendro, cuyo remate dio en el hombro de Silva para introducirse en el arco, mereció algunos conciliábulos entre el árbitro Hernán Mastrángelo y el línea Sergio Viola por una supuesta posición de adelanto de Leandro Díaz, quien no intervino en la jugada y además estaba habilitado. La correcta decisión de conceder el gol provocó la inmediata reacción del nervioso Kudelka, quien se fue de la cancha calificando a las autoridades del cotejo como "delincuentes".
Pese a ello, el fogoso entrenador orientador táctico local acertó en el segundo tiempo al incluir a Araujo y luego
al llenar de delanteros el área de un Atlético que se sostuvo apenas en cierta solvencia de Lamas y en algunas atajadas meritorias de Batalla. Antes de llegar a la media hora del complemento, Junior Arias empujó un centro de Olaza y decretó el ya por demás merecido empate del dueño de casa. Ramírez el encargado de decorar el score, luego de una lucida jugada. El balance fue de dos tiempos diferenciados y tras una primera mitad que no lo vio en su mejor nivel, el equipo cordobés logró sobreponerse y culminó ganando con justicia.