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El enfrentamiento entre Cardiff y Wolves, en la segunda división del fútbol inglés, tuvo un final para el infarto: dos penales para el equipo visitante en tiempo adicionado fueron errados y el local se quedó con los tres puntos.
Con el Cardiff en ventaja en el marcador, el árbitro del partido sancionó la primera pena máxima en favor de Wolves a los 47 minutos del segundo tiempo. El arquero John Ruddy le tapó el disparo a Gary Medine y envió la pelota al córner.
Tras esa jugada, el juez deportivo cobró nuevamente penal para el Wolves y esta vez se hizo cargo del remate Junior Hoilett, quien estrelló la pelota en el travesaño. Finalmente, Cardiff ganó 1-0.
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