viernes 29 de marzo del 2024

Jugadores Sub 40: el club de los viejos

Son titulares y referentes en sus equipos. Algunos se retirarán en unos días, otros seguirán. Cuentan las claves para mantener el nivel pese a la edad.

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En un fútbol cada vez más exigente desde lo físico, no deja de sorprender que haya jugadores que rozando los 40 años no solo sigan plenamente vigentes sino que, sobre todo, sean grandes referentes y ejemplos para sus compañeros e hinchadas.

Los casos son muchos. El arquero de Patronato, Sebastián Bértoli (40), que ostenta el doble récord de ser el jugador más veterano en la historia del fútbol argentino en debutar en Primera División, y el de mayor edad en actividad; Adrián Bastía (39), que el próximo fin de semana se retirará en la cancha que lo vio nacer, el Cilindro de Avellaneda, en Racing-Colón; Daniel Montenegro (39), hoy ídolo indiscutido en Huracán; Pablo Guiñazú (39), uno de los mejores volantes centrales de la Superliga; Fabián Cubero, el jugador con más presencias en la historia de Vélez; Nereo Fernández (38), el arquero que más veces lució la camiseta de Unión; Juan Ignacio Mercier (38), que llegó a San Lorenzo en 2012 y aún se mantiene en el plantel, y Rodrigo Braña (39) y Leandro Desábato (39), ídolos y principales referentes en el Estudiantes de Lucas Bernardi.

Todos coinciden en que, a pesar de sus edades, lo que los mantiene dando cátedra dentro y fuera de la cancha es el sacrificio que siguen poniendo día a día. “Es fundamental el cuidado personal, porque si no sos estricto con las comidas como con los entrenamientos, nunca vas a llegar”, se apodera de la pelota el Cholo Guiñazú, antes de pasársela al Chapu Braña, que se reconoce con las mismas ganas que cuando debutó en Quilmes, con apenas 18 años. “Me gusta competir y sentirme vigente, creo que así aporto al equipo, al club y a los más chicos que, al tomarme como ejemplo, me alientan a seguir. Me siguen transpirando las manos antes de cada partido y quiero ser titular siempre. Eso me mantiene vivo”, reconoce, antes de tocársela al Rolfi Montenegro, que el 13 de mayo colgará los botines cuando Huracán reciba a Boca por la última fecha de la Superliga. “No tengo nada que reprocharme. Gracias a Dios, termino donde empecé, y no son muchos los que tienen la posibilidad de hacerlo”, asegura.

Seguir una dieta sana y no haber padecido lesiones graves son otras de las grandes claves que ayudaron a estos eternautas del fútbol a seguir entregando lo mejor de cada uno, tal como lo reconoce Leandro Desábato, otro que acaba de anunciar su retiro. “Soy un agradecido al fútbol y a la vida porque durante toda mi carrera no tuve lesiones serias, y eso es fundamental para la vida útil de cualquier jugador. Claro que haber tenido una vida sana y una conducta en la vida también me ayudó muchísimo para que todavía hoy, a los 39 años, pueda seguir vigente en la máxima competencia”, concluye.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.