Un grupo de ultras enmascarados invadió este martes el entrenamiento del Sporting Lisboa de Portugal y agredió a los jugadores y a miembros del cuerpo técnico, acentuando la grave crisis a todos los niveles que sufre el club lisboeta.
Según los medios portugueses, unos 50 individuos acudieron a la Academia del Sporting, situada en Alcochete (afueras de Lisboa), y forzaron la seguridad del lugar antes de agredir a los jugadores y causar destrozos en las instalaciones.
Durante el ataque, que duró unos 15 minutos según los medios portugueses, los ultras activaron las alarmas anti-incendio con la ayuda de bengalas y golpearon al personal con cinturones.
El club lisboeta reaccionó a continuación en su cuenta de Facebook: "El Sporting condena con vehemencia lo que ocurrió hoy en la Academia deportiva. De ninguna manera podemos estar de acuerdo con estos actos de vandalismo y de agresión hacia los deportistas, los entrenadores y el personal, ni con actitudes criminales que no honran al Sporting".
El Sporting además añadió que pondrá toda su voluntad en "imputar la entera responsabilidad" y exigir sanciones para los que se comportaron de manera "absolutamente lamentable".
En las redes sociales se puede ver una foto del internacional holandés Bas Dost con una herida en la cabeza y vídeos con los vestuarios destrozados.
De nuevo según la prensa del país; el internacional argentino Marcos Acuña y el internacional croata Josip Misic también están entre los agredidos.
El técnico Jorge Jesus recibió un golpe en la cabeza. Tras la agresión, se suspendió el entrenamiento y varias personas fueron arrestadas por la policía.
Crisis deportiva. Algunos jugadores dieron entender que podrían abandonar el club debido al ataque, hipótesis confirmada por el sindicado de jugadores.
La Liga Portuguesa de Fútbol condenó estos actos "lamentables que no tienen lugar en el fútbol que quiere promover la liga", mientras que la Federación Portuguesa de Fútbol espera que las autoridades lleven ante la justicia y sancionen "a estos criminales que solo pueden ser castigados".
Este capítulo de violencia llega después de la derrota del Sporting en el terreno del Marítimo Funchal el domingo (2-1), un revés que privó a los Leones de una clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones.
El club, que no logra el campeonato desde 2002, debe jugar la final de la Copa de Portugal, el domingo frente al Desportivo das Aves, un título que le ayudaría a salvar la temporada.
Los resultados deportivos han desencadenado una grave crisis en el club lisboeta desde principios de abril. Su presidente, Bruno de Carvalho, decidió suspender a todos los jugadores descontentos con sus críticas tras la derrota ante el Atlético de Madrid, antes de rectificar.
Fuente: DPA
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