Se acabó prácticamente toda esperanza para Perú, que jugará el Mundial de fútbol sin su capitán y goleador histórico Paolo Guerrero, a quien una sustancia prohibida tomada sin premeditación y en pequeña dosis lo deja fuera de Rusia 2018.
Las remotas esperanzas peruanas estaban en Zúrich, donde el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, recibió al jugador. Aunque el mandamás del fútbol no había dado señales en esa vía, varios interpretaban la cita como preludio de una amnistía.
Pero, terminada la reunión, un portavoz de la FIFA en Zúrich le dio a dpa la noticia que le puso fin a las esperanzas tejidas por Guerrero y millones de peruanos.
"Infantino expresó profunda comprensión ante la decepción de Guerrero. Sin embargo, también dejó claro que la sanción fue impuesta por la Corte Arbitral del Deporte (CAS), después de una apelación contra la decisión de un órgano judicial independiente de la FIFA", afirmó el portavoz.
El peruano Fernando Revilla, vicepresidente de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFpro), aseguró que aún hay una ventana abierta gracias al apoyo de esa institución gremial, pero las promesas suenan a vacío a falta de 12 días para que los 32 equipos presenten sus nóminas mundialistas.
"Lo que está haciendo la FIFpro no tiene que ver con esta acción (la reunión con Infantino). La FIFpro solicitó la habilitacion de Guerrero y no ha recibido respuesta oficial. Esto va a suceder en los siguientes días. Las acciones se darán hasta agotar todas las posibilidades", insistió sin embargo Revilla.
La otra opción, anunciada antes por Guerrero y sus abogados, es ir a los tribunales suizos para que anulen el fallo de la CAS por supuesta violación del debido proceso. Pero el asunto tomaría tiempo y el Mundial está ad portas.
La historia con el futbolista más querido por sus compatriotas en los últimos lustros comenzó en octubre, con un test antidoping tras el Argentina-Perú por la eliminatoria mundialista: su orina mostró metabolito de Benzoilecgonina, sustancia de la cocaína.
El "Depredador", que siempre observó buena conducta en 15 años de carrera, fue suspendido por 12 meses por la FIFA, sanción que se redujo a seis después de que la cantidad hallada dejara claro que no consumió droga ni tuvo intención de sacar ventaja deportiva.
Todo parecía solucionado este mes, cuando Guerrero reapareció con su club, Flamengo de Brasil. Pero una apelación de la Agencia Mundial Antidoping llevó el tema a la CAS, que subió la suspensión a 14 meses por "negligencia". El jugador volverá en enero, cuando Rusia 2018 sea historia.
El caso estremece al Perú como pocas veces en cualquier ámbito. La idea de un Mundial sin Guerrero se convirtió en tragedia nacional para un país que vibraba por clasificarse después de 36 años.
Todos opinan del tema y el domingo miles de personas protestaron en Lima con un fervor que envidiarían otras causas.
Y es que, para los peruanos, el ídolo, de 34 años, no solo es el mejor dotado futbolísticamente del cuadro, el que sacude defensas y aterra arqueros. Es además el líder innato que carga el equipo, que le planta cara al rival, que transmite a los compañeros una confianza que antes no se veía en la "blanquirroja".
A diferencia de Claudio Pizarro, goleador mítico en el fútbol de Alemania, Guerrero destacó aún más con la selección que con sus clubes. Son pocos quienes no lo quieren en el Perú y los que se han atrevido a criticarlo.
Para los expertos, lo cierto es que la novela se acaba y Guerrero no estará en un Mundial al que muy seguramente Perú no hubiera clasificado sin su aporte. Y, por edad, es probable que la de este año fuera su última oportunidad.
Fuente: DPA
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