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Está claro que Paulo Dybala corre de atrás en la Selección Argentina pero más allá de esta situación nadie puede negar su inmensa calidad y si alguien dudaba de su pegada, tras el entrenamiento matutino en Bronnitsy. el cordobés dejó bien en claro que pone la pelota donde quiere y el que lo sufrió fue Wilfredo Caballero, arquero titular de la Selección Argentina para el debut ante Islandia.
Ambos jugadores se quedaron practicando y el juego o ejercicio consistía en un buen pase del arquero al pie del delantero que debía controlar la pelota y rematar desde afuera del área. Dybala convirtió tres goles consecutivos, ganó el duelo personal y le demostró a Sampaoli que puede ser solución aunque sea ingresando desde el banco de suplentes.
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