Cristiano Ronaldo aceptó una pena dos años de cárcel y pagar 18,8 millones de euros por los cuatro delitos fiscales que cometió , tal y como ofrecía la justicia española.
Sin embargo, todavía se trata de un acuerdo entre los abogados de las partes y falta el visto bueno de la Agencia Tributaria. Si no lo aceptan, el acuerdo no serviría.
El futbolista portugués, a través de su abogados, cerró ese acuerdo tras intentar archivar el caso y que se quedara solo en un asunto administrativo, pero fracasaron. Tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado estaban dispuestos a acusarlo por defraudación cuatro ejercicios fiscales, entre 2011 a 2014 por 14,76 millones de euros.
Al acuerdo le falta la firma del director de la Agencia Tributaria. Si así lo hace, Ronaldo resolvería todos sus problemas fiscales, tanto por la vía penal como por la administrativa, donde el Fisco le ha impuesto una sanción similar a la acordada por lo penal correspondiente al ejercicio 2014.
También quedará pendiente que Ronaldo exige que los dos años de prisión sean sustituidos por una multa y que la pena no quede suspendida, lo que supondrían un riesgo para él si en el futuro vuelve a tener un problema de índole penal.
La Fiscalía apoya esta pretensión del jugador pero, sin embargo, la Abogacía del Estado se opone por completo siguiendo el mismo criterio que ha aplicado en el caso de otros futbolistas involucrados en problemas fiscales.
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