Ni siquiera en el Mundial Rusia 2018 Jorge Sampaoli pudo encontrar un 11 titular que lo dejara conforme a él o a los 40 millones de argentinos que alientan pero no deciden. Puede ser entendible que en los primeros partidos que dirigió, con la urgencia de clasificar, haya probado jugadores y sistemas de juego. Pero a la copa había que llegar con una idea clara, y no solo no la tuvo, sino que además, entre el primer partido y el segundo hizo varios cambios y el equipo, que había jugado mal contra Islandia, jugó peor contra Croacia.
En este breve y lamentable recorrido de Jorge Sampaoli como director técnico de la Argentina, dirigió 13 partidos, de los cuales ganó 6, empató 4 y perdió 3, con 22 goles a favor y 13 en contra. Si no fuera porque uno de las tres derrotas fue en el mundial, hasta podríamos decir que no es una mala campaña.
Pero la clave está en el esquema y la cantidad de jugadores. Sampaoli nunca le confirmó la titularidad a casi nadie ni fue claro cuando sacó a alguno. El que más jugó fue Nicolás Otamendi, con 12 presencias, seguido por el cuestionado Di María, que jugó 11 partidos.
En total, usó a 37 futbolistas como titulares, con 13 formaciones distintas, cuando todos sabemos que una de las claves del funcionamiento de un equipo, es que al menos, empiece a salir de memoria.