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El partido de octavos de final entre Inglaterra y Colombia fue de los más polémicos del Mundial, muy hablado, cortado y con jugadas que generaron discusión y el enojo de los cafeteros como lo manifestó José Pekerman en conferencia de prensa y el mismo Radamel Falcao por la actuación del árbitro estadounidense Mark Geiger.
Más tarde, en el subte de Moscú se encontraron los ingleses exultantes por la clasificación y los colombianos dolidos por la derrota y protagonizaron un lamentable episodio de violencia que sorprendió a los pasajeros rusos y provocó la intervención de la policía local.
El enfrentamiento terminó con un hincha herido y dos detenidos luego de los insultos, gritos, empujones y golpes que rompieron la tranquilidad moscovita.
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