viernes 19 de abril del 2024

Dalic, de desconocido a finalista en nueve meses

Asumió la dirección técnica de Croacia en octubre de 2017, convocado por Davor Suker para salvar la clasificación al Mundial. El domingo, su equipo jugará la final.

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Didier Deschamps fue el hombre que levantó el título mundial para Francia en 1998. Gareth Southgate jugó 57 partidos con Inglaterra. Roberto Martínez dirigió siete temporadas en la Premier League. ¿Y Zlatko Dalic?

El croata es el único de los cuatro seleccionadores que estuvieron en semifinales del Mundial de Rusia que tiene un currículum discreto. Tanto de futbolista como entrenador.

Su Croacia derrotó a Inglaterra en Moscú y jugará la final con Francia el próximo domingo.

Dalic, de 51 años, nació en la antigua Yugoslavia, en Livno, actual Bosnia y Herzegovina fue un mediocampista defensivo que nunca llegó a jugar con la selección croata. Pasó toda su carrera en clubes de Croacia y la antigua Yugoslavia.

Tras retirarse en el 2000, cinco años después inició su trayectoria como técnico en el Varteks Varazdin croata. Después pasó por Albania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos antes de recibir la llamada de la federación croata para reemplazar a Ante Cacic en octubre de 2017.

Con él en el banco, Croacia logró el boleto a Rusia en el "playoff" ante Grecia. Y así llegó al Mundial, con un gran interrogante rodeándolo por su escasa trayectoria internacional.

Pero el entrenador dejó entrever en la fase de grupos un rasgo que resume sus pocos meses al frente del equipo: la inflexibilidad.

La probó en carne propia Nikola Kalinic antes del duelo ante Argentina en la segunda jornada. El delantero del Milan se negó a entrar los últimos minutos frente a Nigeria y a Dalic no le tembló la mano: lo expulsó del Mundial y lo mandó de regreso a Croacia.

"Lo tomé con calma, pero como necesito jugadores sanos y convencidos, tomé esta decisión", argumentó Dalic con frialdad en un comunicado de la federación croata. Croacia pudo quedarse con un plantel mermado, pero también más sólido y cohesionado.

No exageraba Dalic al usar el verbo "necesitar". Su apuesta por un grupo sano y unido fue el modo que encontró de suplir la falta de tiempo para trabajar mejor aspectos tácticos tras llegar al cargo en octubre, con Croacia a punto de quedar fuera del Mundial.

El hasta entonces técnico del Al-Ain de Emiratos Árabes Unidos fue una apuesta personal del histórico delantero Davor Suker, que preside la federación, para salvar la clasificación a Rusia. Y el entrenador no falló.

Pese a la falta de tiempo, Dalic cambió la cara a Croacia y la puso en la cima del fútbol mundial. En ese lugar que ni Brasil, ni Argentina, ni Alemania pudieron alcanzar.

"No tuvimos mucho tiempo para entrenar ni para prepararnos", explicó Dalic en una entrevista con la FIFA sobre los jugadores, "por lo que me centré en reunirme con ellos, en la comunicación y en la motivación".

Estrellas como Luka Modric lo apoyaron y Dalic hizo de esa confianza la base de su gestión: "El factor clave en la selección fue que los futbolistas y yo conectamos enseguida". Lo de Kalinic, por eso, no fue solo un capricho: fue un ataque al pilar que sostiene el equipo.

El episodio demostró también otra faceta de Dalic. A pesar de una experiencia respetable pero humilde como jugador y como técnico, carece de cualquier miedo escénico y parece sentirse incluso a gusto cuando queda en el centro de atención.

Dalic recibirá más flashes que nunca en su vida en el estadio Olímpico de Luzhniki. De ser un desconocido en octubre a estar en la final del Mundial.

Fuente DPA.