Una de las peleas más insólitas y recordadas en el ambiente del fútbol argentino es la que tuvo como protagonistas a Diego Maradona y Daniel Passarella, en sus épocas de futbolistas allá por 1986.
A días del debut de la Selección Argentina en el Mundial que se jugó en México, el legendario defensor "se enfermó de repente" (palabras de Maradona) y fue reemplazado por José Luis Tata Brown y ese fue el disparador del conflicto.
Lo cierto es que la enemistad creció año a año, acusación tras acusación, hasta que un abrazo en un estadio de fútbol dejó boquiabiertos a más de uno.
En la previa de la gran final del Mundial Rusia-2018, Maradona y Passarella se cruzaron en uno de los palcos vip del estadio Luzhniki (Moscú) y se saludaron como si nada hubiese pasado.
Dicen que el tiempo acomoda las cosas. La pelea fue dura, había quienes apoyaban a uno y a otro dentro del plantel. Treinta y dos años después hubo un abrazo. ¿Reconciliación?