jueves 28 de marzo del 2024

El golazo del '10' que perdió un ojo en su infancia

Mario Ricardo hizo un gol, a pesar de que sólo ve por un ojo, que algunos lo piden para el Premio Puskas. La conmovedora historia del paraguayo. Video. Galería de fotosGalería de fotos

442

Mario Ricardo se transformó en el hombre del momento en Paraguay y en todas las redes sociales. No sólo por su golazo que le marcó por la Copa Paraguay al poderoso Cerro Porteño, sino también por su conmovedora historia de vida.

Es que el mediocampista de 28 años que juega en Cristóbal Colón, sufrió un accidente de tránsito cuando tenía tan sólo 10 años y perdió la visibilidad completa del ojo izquierdo. Sin embargo, eso no borró su apasionado deseo de triunfar en el fútbol.

El equipo que capitanea Mario Enrique Ricardo Centurión, más conocido como Henry, se encuentra en la tercera división del fútbol paraguayo y está lejos de ser profesional. Por lo tanto, el 10 debe hacer otros trabajos para poder vivir. Por eso ayuda a su madre trayendo y llevando verduras desde el Mercado de Asunción hacia Julián Saldívar, ciudad donde vive su familia y de donde es el humilde Cristóbal Colón.

Aunque no sólo ayuda a su mamá, antes también vendía tomates con un primo en el Mercado Municipal de Abasto. "Un tiempo íbamos a Clorinda con un primo a comprar tomates y luego vendíamos en el mercado, lo hacíamos de madrugada, ya que durante el día me tocaba entrenar y hacer otras actividades", relató a al medio Telefuturo.

Pero quizás lo más increíble de Mario Ricardo es que ¡empezó como arquero!. "Primeramente jugué en el arco, por un tiempo, luego ya fui delantero y desde ahí me mantengo", recordó.

Ricardo contó que en su momento recibió ofertas de equipos de la División Intermedia, pero dejó en claro que su sueño es ascender con su querido Cristóbal Colón.

Un poco por su gol, y otro tanto por su conmovedora historia, a través de las redes sociales, la gente pide que su tanto de media distancia sea nominado para el Premio Puskas que da la FIFA.

Su equipo perdía 1-0, cuando sobre el minuto 20, Mario recibió un pase de cabeza de un compañero, dominó con la derecha, dejó picar, se sacó la marca con un "sombrerito" y antes de que la pelota toque el suelo, sacudió un derechazo infernal que se coló en el ángulo superior derecho del arquero, para poner el 1-1 y desatar la admiración de todo el estadio.

Además del gol, Ricardo hizo un excelente partido, tuvo un tiro al palo y otro remate que hizo volar a Gavilán. Pese a que su equipo cayó por 3-1 y quedó eliminado, él se ganó el aplauso de los presentes.

"Toqué el balón y no dudé en pegarle", confesó luego del partido, que terminó 3-1 para Cerro Porteño. A sus 28 años, Mario Ricardo salta a la fama por un golazo descomunal y una historia de vida que emociona.

Galería de imágenes