viernes 19 de abril del 2024

Nadal remontó ante Thiem y jugará contra Del Potro

El austríaco llegó a ganarle 6-0 el primer set, pero en casi cinco horas de juego, el español mostró su corazón de campeón. Fue 0-6, 6-4, 7-5, 6-7 (4/7), 7-6 (7/5). Galería de fotosGalería de fotos

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En un duelo colosal, que hechizó el Arthur Ashe Stadium durante 4 horas y 50 minutos, el español Rafael Nadal se sobrepuso a un 0-6 en el primer set para vencer al austriaco Dominic Thiem y avanzar a las semifinales del Abierto de Estados Unidos, donde lo espera el argentino Juan Martín del Potro, claro vencedor un rato ante del estadounidense John Isner.

Nadal, número 1 del mundo y vigente campeón del torneo, estuvo irreconocible durante el primer set pero logró reencontrarse consigo mismo a partir del segundo para llevarse la victoria por 0-6, 6-4, 7-5, 6-7 (4/7), 7-6 (7/5). Nadie se quiso perder a Nadal en la pista central Arthur Ashe. Ni actores de la talla de Ben Stiller o Michael Keaton ni tampoco personalidades del deporte como Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors.

Tras sufrir a Thiem (N.9) en el polvo de ladrillo durante los últimos años, cayendo en Roma en 2017 y en Madrid en 2018, Nadal sabía lo que tenía enfrente. Sin embargo, le costó acostumbrarse al ritmo del partido y de la pista, pesada y lenta debido al extenunante calor de la noche neoyorquina. Así, en 25 minutos, había perdido el primer set en blanco. ¿Cómo? Ni él mismo parecía saberlo. Thiem había sido letal con su servicio y el español no aparecía. Tres "winners" y nueve errores no forzados fueron la definición de uno de sus peores sets en mucho tiempo. Su contrincante, en cambio, firmaba cinco "aces" y el 100% de los puntos con su primer servicio.

Pero, solo como los campeones pueden hacerlo, Nadal resurgió de sus cenizas empujado por el aliento de aficionados y ante el desconcierto de Thiem. Paulatina, gradual, la remontada de Rafa empezó ganando sus saques, continuó poniendo en peligro a Thiem con sus passings y terminó quebrando en el octavo para adelantarse 5-3, cerrando el set un poco después con su servicio. El español celebró con rabia, gritó el tradicional "Vamos Rafa" y todo volvía a estar como el principio, pero con dos estados de ánimo totalmente opuestos.

Y en la tercera manga, cuando Thiem acariciaba la ventaja al haberle roto el servicio en el séptimo a Nadal y llegó a sacar para cerrar el set, el español volvió a igualar, para darlo vuelta contra todo pronóstico para ponerse 2-1 en sets. Pero Thiem no quedó sorprendido ni impresionado, siguió remando a fuerza de palazos implacables, a sabiendas de que el español había disputado casi ocho horas en sus últimos dos choques y que el esfuerzo podía acabar pasándole factura.

Así, se mantuvo la igualdad hasta el "tie break", en el que a Thiem no le tembló el pulso para adjudicarse el cuarto set. Quedaba un mundo aunque ya se llevaran disputadas casi cuatro horas y fuera la una de la madrugada en Nueva York.

Había llegado el momento. Un único set y un único boleto a semis. Se fueron sucediendo los juegos lentamente. 1-0. 1-1... 2-2... En el quinto Nadal desperdició dos bolas de ruptura. 3-2... 5-5... En el undécimo el español volvió a perder tres pelotas de quiebre. 6-5... Y así se llegó al definitivo "tie break", donde el primero de la ATP cometió menos errores para rematar la faena. Ahora, Del Potro en semifinales. En su último duelo, en Wimbledon, protagonizaron en cuartos uno de los duelos más especiales de la temporada.

La temporada pasada, en el US Open, Nadal vino de atrás y se metió en la final. El tenis le devuelve al argentino la posibilidad de vengarse. Pase lo que pase, ya ha ganado el público, ávido de un enfrentamiento entre dos de sus jugadores favoritos.

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