miércoles 24 de abril del 2024

Por qué los atletas muerden las medallas en el podio

Cada deportista que sube al podio en un Juego Olímpico tiene la costumbre de morder la presea que consiguió, pero pocos saben el de dónde proviene ese hábito.

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Cada deportista que sube al podio en un Juego Olímpico tiene la costumbre de morder la medalla que consiguió, pero muy pocos saben el verdadero significado y de dónde proviene ese hábito.

Los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 no fueron la excepción y se vio a, entre otros, Delfina Pignatiello, una de las figuras del evento, morder las dos medallas de plata que ganó en natación. Lo mismo hicieron los demás argentinos y también los atletas internacionales.

La práctica de morder el oro le servía a la gente del siglo XIX para verificar la veracidad del elemento y que no los estafen con la pirita, un mineral parecido al oro. Era la forma más efectiva y rápida de evitar una estafa ya que si el material se rayaba, era oro, en caso contrario, era pirita.

Sin embargo, dentro de las olimpiadas, esta rutina se popularizó en Beijing 2008 de la mano del tenista Rafael Nadal. Es que el español adoptó esa acción incluso para festejar con los trofeos que obtiene en los diferentes torneos ATP (desde antes de los Juegos asiáticos). No importa la forma del trofeo, Nadal siempre posa ante las cámaras mordiéndolos, consignó Infobae.

David Moeller, luger alemán (compite manejando trineos sobre nieve), protagonizó una insólita historia por querer cumplir con este rito. Tras ganar medalla en los Juegos de Invierno de Vancouver 2010, un camarógrafo le pidió que la mordiera. Él accedió y más tarde se percató de que le faltaba un pedazo de su pieza dental, según confesó.

Los fotógrafos también promueven esta práctica ya que esas imágenes de los deportistas mordiendo las medallas terminan siendo de las más icónicas en las olimpiadas. La práctica ya es una costumbre adoptada por todos los atletas, de los más grandes, hasta los más chicos en los Juegos de la Juventud.

ED