jueves 28 de marzo del 2024

Fillol: "Me hubiese gustado ganar la Libertadores"

El Pato hizo un emotivo repaso de su carrera. En la previa del Superclásico, lamentó no haber podido ser campeón de América con River. Audio.

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A horas de la final de la Copa Libertadores, el ex arquero de River Plate, Ubaldo “Pato” Fillol recuerda su paso por el club y la responsabilidad que implica vestir su camiseta y defender el arco del Millonario.

-¿Qué significa River en su vida?

-Mi viejo me hizo hincha de River a los 5 años. Amo al club y tengo la felicidad de poder estar trabajando, haciendo docencia en acá. Angelito Labruna nos decía: “Ustedes tienen que quedarse a vivir en el club, no saben lo que representa, lo que están dándole. No se tienen que ir nunca”.

-¿Qué implica ser arquero en un club así?

-Es un arco muy especial. Yo decía que era el más grande del mundo, pero trabajando me di cuenta de que no, es el mismo que todos los demás, pero el de más historia de todo el futbol argentino. Eso pesa.

-¿Cómo sobrellevó esa carga?

-En cada gol que me hacían, sentía cierta parte de culpa porque creía que podría haber hecho más. Todo lo que hice en los 25 años que jugué al futbol, lo pude haber mejorado. Es como que no disfrutas el momento y, posiblemente, no lo hice. En el Mundial 78, me declararon el mejor arquero de la copa y me pregunté: “¿Ahora qué?”. Encontré la respuesta en el baño de mi casa frente al espejo y fue un bálsamo. Me propuse superar todo lo que había hecho hasta ese momento, que la gente que me había considerado el mejor del mundo siguiera viendo cómo seguía progresando. Muchos por ahí piensen que estoy loco, pero me tomé ese par de minutos para desafiarme a mí mismo y desde ahí nunca me sentí conforme con lo que hacía, no sólo en los partidos si no también en el cuidado personal y en el día a día.

-Esa es una postura similar a la que adoptó desde que llegó a Buenos Aires para jugar en Quilmes

-Cuando vine estaba solito y se me hizo duro porque no conocía la Capital Federal, nunca había viajado y vivía en una pensión en la que había gente de la calle y era muy peligroso. Lloré mucho, pero nunca se me cruzó por la cabeza largar. Sufría el día de mi cumpleaños porque estaba solo. Desde esa época soñaba con ser jugador y estaba dispuesto a pelear bien de frente con esos ideales y con los valores que me habían dado mis viejos. Quería triunfar en el fútbol y eso me ayudó mucho. Sabía los pasos que no tenía que dar: la joda, los sábados a bailar. Por eso, no pude disfrutar mi juventud. Mi adolescencia, la hipotequé. Me levantaba a las 5 y después de trabajar me iba a entrenar y no me cansaba nunca. Cuanto más duro era, más la peleaba.

-¿Qué cuenta le quedó pendiente?

-Me hubiese gustado ganar la Copa Libertadores y haber vivido ese recambio de que no la podés agarrar con la mano, de cómo es un poco más rápido todo. Obviamente, por una cuestión generacional, no lo pude cumplir.

(*) Por Hernán Dobry

Nota concedida al programa "Voces y memorias", que se emite los martes a las 20 por radio Eco Medios, AM 1220.