martes 16 de abril del 2024

La confianza de Guillermo: "Si Boca ataca, hace goles"

En la previa de la Superfinal con River, el técnico Xeneize destacó el poderío goleador de su equipo. En el Bernabéu podría alinear a los dos nueve. Galería de fotosGalería de fotos

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"Si hay una característica que tiene Boca desde que yo soy el entrenador, es que cuando ataca te hace goles...", dijo Guillermo Barros Schelotto en la conferencia de prensa previa a la final con River de Copa Libertadores.

Los hinchas, propios y rivales, asimilan esa virtud del equipo del Mellizo. La capacidad goleadora disimula falencias del juego. La tarea del entrenador es no confundirse, saber interpretar esa característica, más allá del saldo entre llegadas y concreciones.

En el entrenamiento de este viernes, el definitorio para determinar quiénes serán los once que salten al campo de juego del Santiago Bernabéu, Guillermo probó con Darío Benedetto y Ramón Ábila en la delantera.

Boca convirtió goles en 11 de los 13 partidos que disputó en esta Copa Libertadores. No marcó en el debut, ante Alianza Lima (0-0 como visitante) y frente a Palmeiras, también por fase de grupos (0-2 en la Bombonera)

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A partir de octavos de final potenció esta virtud. Incidieron la llegada de Mauro Zárate, que aportó tres (dos ante Libertad y uno frente a Cruzeiro) y la recuperación de Bendetto, autor de otros cuatro (tres a Palmeiras y uno a River).

En cruces directos lleva convertidos 16 goles, la mitad los hizo jugando fuera de casa. La cifra difiere con lo ocurrido en fase de grupos, que en seis partidos metió 7.

Quizás lo que le faltó agregar a Barros Schelotto es que Boca necesita, para exhibir todo su poderío en redes contrarias, que el rival también proponga un juego de ataque. Como ocurrió con Libertad en Asunción, con Cruzeiro en Belo Horizonte y Con Palmeiras en San Pablo.

El cambio de localía podría modificar los planes de River (y los de su rival, claro). El 23 de septiembre, en cancha de Boca, Marcelo Gallardo dio muestras de su adaptabilidad para jugar los Superclásicos. Mandó a Lucas Pratto a jugar como carrilero. El Oso se dedicó a tapar las subidas de Cristian Pavón y así obstruyó una arteria clave de abastecimiento para el ataque de su equipo.

Alfredo Merlo

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