viernes 29 de marzo del 2024

Murray: entre el cuchillo, el tenis y el bienestar

El tenista británico no es el primero ni será el último ejemplo de un atleta que paga con su cuerpo las consecuencias de su vida deportiva.

Un año y veinte días después de su última operación de cadera (8/1/18), Andy Murray vuelve a operarse. En la previa del Abierto de Australia, en el inicio de la temporada de tenis, había anunciado que este sería su último año como tenista profesional y que se retiraría en Wimbledon. Luego derrotado ante el español Roberto Bautista Agut por 6-4, 6-4, 6-7, 6-7 y 6-2, en un partido que duró más de cuatro horas por la primera ronda del torneo, se internó en el quirófano para someterse a un nuevo procedimiento y colocarse una prótesis femoro-acetabular en su cadera derecha. Hasta el momento, el último título del británico fue en marzo de 2017 en el ATP de Dubai.

"Es algo con lo que he estado lidiando (los problemas de cadera) desde que tenía 22 o 23 años, de vez en cuando" dijo a mediados de 2017, confirmando una realidad que todos sospechaban. Muchos recuerdan aquella semifinal de Roland Garros 2017 ante el suizo Stan Wawrinka, donde los problemas con los que se venía debatiendo Andy desde hacía varios años, se hicieron públicos. Los problemas de cadera le han causado dolores de cabeza y retiros prematuros a varios tenistas, entre ellos Gustavo Kuerten, Lleyton Hewitt y Magnus Norman. Por eso, pese a estar al tanto de la situación, nadie esperaba la drástica decisión de Murray

Difícilmente haya un testimonio más abarcativo para analizar la situación y la decisión de Murray que el del Dr. Roberto Avanzi. Futbolista profesional en los 80´s y médico especialista en traumatología, sufrió al retirarse de la actividad deportiva coxalgias (dolores en la zona) severas y terminó con prótesis en ambas caderas. “Para un deportista como Murray puede ser posible volver a jugar a su nivel anterior con una prótesis. Todo depende de la persona. Claramente, la prótesis no está diseñada para el alto rendimiento y eso acelerará el desgaste pero mi recomendación siempre (para los deportistas que vivieron lo mismo que me tocó vivir a mí) es que simplemente piense en vivir y en disfrutar de la vida. Así lo hice yo que tengo 69 años y una de las prótesis desde el 2001 (dieciocho años). En este tiempo no me privé de seguir jugando al tenis, esquiando y jugando al fútbol, de tanto en tanto. Es cierto que con la actividad intensa el desgaste de la prótesis puede ser mayor pero tampoco es bueno no hacer nada. Obviamente, a mí, el haber sido deportista de elite me ayudó para seguir en actividad recreativa. Habrá que ver cómo va evolucionando Murray y lo que vaya pudiendo hacer.”

¿Por qué es tan especial la cadera en los deportistas? Esta articulación, donde se unen la pierna (fémur) y el tronco (acetábulo del hueso coxal de la pelvis), es especial en el cuerpo porque combina la capacidad de soportar el peso (que tiene el tobillo) y la de permitir un gran rango de movilidad (como el hombro). La movilidad se la debe a la esfericidad de la cabeza femoral y la contención del acetábulo; y la estabilidad, a las múltiples estructuras ligamentosas, musculares y cartilaginosas que la rodean. Ante la aparición de una enfermedad articular, una deformidad de la unión femoro acetabular o un atrapamiento, lo primero que sufre y se resiente de la articulación es la movilidad. Las actividades deportivas de alto impacto o de impactos repetitivos son la causa más frecuente de artrosis de cadera en edades precoces. En los tenistas, la naturaleza del deporte obliga a la articulación a alcanzar grandes rangos de movimiento, con cambios rápidos y explosivos de dirección; y en los golpes, los músculos que rodean la cadera son fundamentales para la transferencia de fuerzas desde los pies a la raqueta, como parte de la cadena cinética del gesto. Durante estos movimientos, la cadera realiza gesto de flexión, extensión y rotación en un muy breve lapso de tiempo.

Factors associated with pain and osteoarthritis at the hip and knee in Great Britain’s Olympians: a cross-sectional study” es un estudio comandado por el Dr. Dale Cooper y colaboradores que buscó investigar la prevalencia y los factores asociados a dolor y la osteoartritis (OA) en la cadera y la rodilla de los atletas olímpicos de Gran Bretaña (GB) de 40 años o más. El estudio concluye que tanto el dolor en cadera (22,4% 126 de 563) y rodilla (26,1%; 147 de 563), así como la degeneración articular en cadera (11,1%; 66 de 597) y rodilla (14.2%; 85 de 597) son trastornos prevalentes en la población de atletas olímpicos británicos mayores de 40 años. Murray, doble campeón olímpico en Londres 12 y Rio 16, solo por una cuestión etaria (tiene 31 años) no ha formado parte de la investigación, pero es un caso más que contribuye a la tendencia. La relación entre desgaste articular y deporte de alto rendimiento existe y es directamente proporcional al tipo de deporte, la intensidad con que se lo practique y los antecedentes de lesiones.

"Soy realista y sé que no es fácil volver a practicar deporte profesional a un nivel alto” dijo Andy antes de someterse a la última operación. Hay un antecedente cercano para despertarle cierto entusiasmo, el doblista Bob Bryan que la realizó a mediados del 2018 y está volviendo a jugar e intentando recuperar su nivel. Las chances de éxito en un singlista son aún menores. “Ya sé que es una operación difícil y la más importante que me he realizado hasta el momento pero ya no pienso sólo en el tenis, también busco algo que me de mejor calidad de vida". Las secuelas del deporte en la calidad de vida del deportista. Murray no es el primero ni será el último ejemplo de atleta que paga con su cuerpo, las consecuencias de su vida deportiva.