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Una inocente mano de Moussa Sissoko cambió la final entre Liverpool y Tottenham acuando apenas se jugaban 25 segundos.
El árbitro no dudó, ni siquiera hizo falta consultar con el VAR. Mohamed Salah cambió por gol.
Así, los dirigidos de Klopp pegaron primero en el Wanda Metropolitano.
En redes se desató la polémica: para muchos, la sanción fue excesiva. Mauricio Pochettino ni reclamó.
AM
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