jueves 28 de marzo del 2024

El silencio de las estrellas

Un grupo de 150 futbolistas firmó una carta en apoyo a la fórmula Fernandez-Fernández . Ningún jugador de los clubes grandes se pronunció.

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Cuando en los 80 lideraba la Democracia Corinthiana y fascinaba a todos en el mediocampo de la selección brasileña, Sócrates compraba diarios, los llevaba a los entrenamientos y separaba la sección Deportes del cuerpo principal. Todas las mañanas ponía las dos partes arriba de una mesa y observaba con atención lo que hacían sus compañeros. “La que no era de deportes nunca nadie la tocó. Nunca nadie quiso saber de economía, ni de política, ni de cultura ni de nada”, contó angustiado en el documental Mundialito, de los directores uruguayos Sebastián Bednarik y Andrés Varela.

Sócrates tenía una idea para que esa situación, que vivía día tras día, pudiera cambiar: quería promover una “reforma constitucional”, o lanzar un proyecto para que los jugadores de Brasil estuvieran obligados a formarse. Aplicar la resonancia del fútbol para visibilizar los problemas. “El futbolista es muy importante para las futuras generaciones en un país como el mío. Es la persona más oída. Es la referencia de muchos chicos y de mucha gente”, decía. Eran los 80: Neymar, el ídolo actual de los brasileños, el que muestra autos de 250 mil dólares en sus redes sociales y se saca fotos con Jair Bolsonaro, aún no había nacido.

Sócrates ya no está –murió el 4 de diciembre de 2011, un domingo en que el Corinthians salió campeón, como él había soñado–, pero se hubiera alegrado si le contaban lo que pasó esta semana en Argentina, donde 150 futbolistas y entrenadores manifestaron su preocupación por la situación del país y firmaron una carta en apoyo a la candidatura de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. “Como deportistas ocupamos un lugar importante en nuestra sociedad, pero sabemos que tomar una posición política suele ser rechazado y condenado. Somos parte de la sociedad y queremos abandonar el lugar de excepción que se nos suele dar. Dejar de ser espectadores pasivos”, dice el comunicado.

En un contexto en el que varios sectores explicitaron sus adhesiones al Gobierno y a las diferentes fuerzas opositoras que participarán mañana en las PASO, la idea surgió del jugador de Excursionistas Sebastián Vidal, y luego fue motorizada por Juan Cruz Komar, de Talleres, Leonardo Di Lorenzo, de Temperley, Macarena Sánchez, de San Lorenzo y varias personas más. Sin embargo, lo que también llamó la atención fue que entre el grupo de firmantes no hubo ningún jugador de los cinco clubes grandes del país, algo que evidenció otra cuestión: la posición neutral que asumen la mayoría de las estrellas desde siempre. “Todo forma parte del mismo modelo perverso, en el que la mayoría de los futbolistas son víctimas, no culpables. Prevalece el miedo a perder contratos o a recibir críticas, y por eso asumen una posición políticamente correcta, de neutralidad. Acordate de lo que le pasó a Diego”, le dice a PERFIL Fernando Signorini, uno de los firmantes.

Macarena Sánchez contó que hubo gente que estaba en la lista que pidió salir a último momento por temor a que hubiera represalias. “Sabemos que si decimos ‘A o B’ podemos condenarnos y que por ahí eso repercute en nuestra carrera”, relató la jugadora en la radio El Destape. Los enojos pueden venir de diferentes sectores: de un DT, de la dirigencia, del mismo plantel o de los hinchas.

“El fútbol todavía sigue siendo pensado como una esfera autónoma de las del resto de la sociedad. Esa construcción del deporte hace que los futbolistas no se manifiesten en ninguno de los demás terrenos. La política, la economía, la cultura son esferas vedadas”, reflexiona Diego Murzi, sociólogo especialista en deporte y vicepresidente de Salvemos al Fútbol. Murzi, sin embargo, valora el hecho: “En vez de mirarla por la negativa, hay que verlo por la positiva: no tengo recuerdos de que haya habido una manifestación política de un colectivo de futbolistas. Me parece algo novedoso, positivo y sano. Más allá de a quién sea el apoyo”, remarca.

Modelos. Con un discurso parecido al de Sócrates –que además de mediocampista exquisito era médico y gran lector de filosofía (“Estoy aquí para leer a Gramsci en su lengua original”, dijo en 1984 cuando lo fichó Fiorentina)–, el defensor Ignacio Bogino se centró el año pasado en el poder que tiene el futbolista en la sociedad, aunque lamentó que eso no se tradujera en un mayor nivel de concientización sobre los dramas que atraviesan muchos sectores. “Es un modelo a seguir el futbolista. Si Messi leyera, cincuenta millones de pibes leerían. Porque cuando Messi se tiñe el pelo, cincuenta millones de pibes lo hacen. Si los jugadores nos hacemos cargo podremos tener un fútbol mejor”, le dijo a Enganche. Defensor de Brown de Adrogué y artista plástico, Bogino aparece en la lista de 150 personas que le pusieron su nombre y apellido al comunicado.

“Me pareció fantástica la iniciativa. Es toda una revelación. Muchos no se enteraron y muchos no firmaron por desinformación, por falta de formación o porque no les interesa mostrar una inclinación ideológica”, asegura Signorini, que dice que el mismo sistema que gobierna el fútbol obliga a los futbolistas a olvidarse del lugar de donde vinieron, en muchos casos, los zonas más postergadas de esta sociedad. Algo que valida Murzi: “Si te salís del libreto que se espera que vos cumplas como futbolista, que es el deporte y alguna cosa vinculada al ocio o el chisme sexual, te puede perjudicar”. Y eso, en el circo del show permanente y de lo políticamente correcto, para muchas personas es imperdonable.

Esta nota fue publicada en la edición impresa del Diario Perfil del sábado 10 de agosto