Hace diez años, en ese mismo estadio y con los mismos protagonistas, Huracán se sintió robado por el arbitraje de Gabriel Brazenas que le impidió al equipo de Ángel Cappa coronarse campeón. Esta vez, aunque en un partido menos trascendente y con jugadas más discutibles, esa sensación de bronca y fastidio por las decisiones de Néstor Pitana quedó para los de Vélez.
A los 11 minutos del primer tiempo, Agustín Bouzat quedó mano a mano con Antony Sila y el arquero fue al piso y despejó la pelota con su mano pero cayó con todo el peso de su cuerpo sobre el delantero de Vélez, generando un reclamo generalizado en el Amalfitani.
A los 10 del segundo, Lucas Robertone encaró por el medio del área y le tiró un caño a Mariano Bareiro que fue al piso con una de sus manos apoyadas sobre el piso que interrumpió la trayectoria de la pelota. En ambas jugadas, Pitana dejó seguir y generó la bronca de los jugadores e hinchas de Vélez que no pudieron acercarse a la punta.
El Globo sigue sumando de la mano de Apuzzo y en cinco partidos, ganó dos y empató tres sin recibir goles.
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