Federico Belbruno es el comentarista estrella de FM 87.9, la radio municipal de Monte Cristo, Córdoba, que transmite los partidos de los clubes Crecer, que milita en la Liga Colón, y los del club Atlético El Carmen, que juega en la Liga Cordobesa.
Y es que, más allá de sorprender por la precisión en cada una de sus intervenciones, hay algo que lo hace único, especial y digno de admiración: Federico es ciego de nacimiento.
Sin embargo, eso no fue impedimento alguno para que este joven periodista deportivo de 28 años graduado en el Instituto Mariano Moreno de Córdoba capital llevara adelante el sueño que persigue desde chico: comentar fútbol. "Llevo el fútbol en la sangre. Desde changuitos, nos la pasábamos con mi hermano, Lucas, que también es ciego, escuchando partidos, y después jugábamos a relatarlos y comentarlos. Él hacía los relatos y yo le hacía la pata con los comentarios. Tanto me apasiona el fútbol que cuando terminé la secundaria le dije a mis viejos que quería ser periodista deportivo, y ellos me apoyaron, como siempre. Pero jamás me imaginé que me iban a llamar de una radio para trabajar de comentarista. Lo que estoy viviendo es un hermoso sueño que se lo debo pura y exclusivamente a Matías Vega, que es el relator y el que me propuso esta locura. Cuando me lo propuso pensé que me estaba haciendo una broma. Hay que estar loco para proponerle a un ciego hacer los comentarios de un partido, y él confió en mí. Es un tipazo y jamás me voy a olvidar de lo que hizo por mí", confiesa quien, además, de lunes a viernes de 8 a 12 conduce junto a su hermano Lucas, también ciego, "Lucas a la mañana", un programa de interés general y con mucho humor, mientras que de 18 a 19, está al frente de la tira deportiva "Grito de gol", junto a Darío Leiguarda, ambos por la misma emisora.
Aunque hoy le parece muy lejano, su debut fue el sábado 17 de marzo de 2018 en el partido en el que el club Crecer de Monte Cristo derrotó 2-1 a Independiente de Cosquín, por la primera fecha de la temporada 2018 de Liga Departamental de Fútbol de Punilla. Partido y transmisión que quedarán por siempre guardados en lo más profundo de su corazón. "La primera transmisión fue un parto", confiesa, risas de por medio. "Es que tanto Matías como yo estábamos muy nerviosos porque era algo totalmente nuevo para los dos. Por suerte, zafamos y con el correr de los partidos fuimos mejorando en el ida y vuelta. Para mí es fundamental su relato porque es lo que me permite imaginar el partido en mi cabeza y realizar los comentarios. Si él se equivoca en alguna jugada, yo también meto la pata. Pero Matías es un gran relator y me la hace muy fácil. Creo que armamos una gran dupla que va a dar mucho que hablar", se ilusiona, ante la mirada atenta de Vega que lo mira y escucha tan sorprendido como tras cada uno de sus comentarios. "Federico ve el fútbol mucho mejor que todos nosotros. No solo entiende a la perfección lo que voy relatando, sino que cada comentario que hace nos sorprende a todos por la increíble precisión en sus conceptos. El que lo escucha jamás puede imaginarse que es ciego. Fede es un tremendo comentarista y mucho mejor persona aún", confiesa.
Dueño de una humildad que lo enaltece aún más, Federico no se cree ejemplo de nada, sino un simple comentarista más entre tantos otros. Aunque sus sueños no tienen techo. "Yo no soy ejemplo de nada, soy un vago común nomás que tiene la enorme suerte de poder trabajar de lo que simpre soñé. Trabajar en la radio, escuchar estos sonidos, subir a los techos para armar los equipos y hacer los comentarios es lo que más disfruto en la vida. Ojalá algún día llegue a ser como Santiago Russo, Gustavo Gutiérrez o Diego Latorre y poder comentar un partido de Primera división, Copa Libertadores o un Mundial. Me falta muchísimo pero voy con la pelota hacia allá", cierra este gladiador de la vida al que ni siquiera la ceguera le impidió llevar adelante sus dos pasiones: el fútbol y la radio.
