Hernán Rocca cumple 20 años y, como de costumbre, decidió celebrarlo con sus compañeros de La Plata Rugby. La fiesta es un clásico: chicas, chicos, música, algunos tragos. Pero lo curioso de éste, el 19 de junio de 1973 es el tema que se debate durante toda la noche. Hay discusiones, argumentos de un lado, cuestionamientos del otro, alguno hasta propone una asamblea para votar. Lo concreto es que la noche en que Hernán Rocca cumple veinte años y lo festeja con sus amigos de La Plata Rugby el tema excluyente es si al otro día deben ir a Ezeiza para recibir a Perón.
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Eso de discutir peronismo sí o peronismo no en los cumpleaños no era la actividad prioritaria de este grupo de muchachos. Después de los entrenamientos algunos se iban a alfabetizar a las villas, otros colaboraban con mano de obra, los estudiantes avanzados de Medicina se ofrecían para aplicar inyecciones. Y todos rondaban los 20 años, la misma edad de los pibes que asesinaron a patadas a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell.
En marzo del 75, un año antes del Golpe, Hernán Rocca fue asesinado por la CNU, la organización terrorista de ultraderecha que estaba vinculada con la Triple A. Fue la primera de las más de veinte víctimas del terrorismo de Estado que padeció La Plata Rugby. Hasta el momento hay registrados en todo el país 220 deportistas desaparecidos, de los cuales 151 eran rugbiers.
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¿Qué hizo el mundo de la ovalada con sus desaparecidos? Nada. Nunca un homenaje, una mención, un minuto de silencio un 24 de marzo. Los volvió a desaparecer. Hace apenas un mes el presidente de la Unión Argentina de Rugby, Marcelo Rodríguez, recibió a familiares de desaparecidos y a organismos de derechos humanos. Fue la primera vez que lo hicieron. Se tomaron más de 40 años para asumir que dentro de su ámbito hubo víctimas. Un reconocimiento tardío que, además, llegó gracias a un envión de afuera: cinco meses antes los jugadores de los All Blacks, de paso por Buenos Aires para enfrentar a Los Pumas, habían visitado la ex ESMA.
Puede resultar curioso que la mayor cantidad de deportistas desaparecidos provenga de un ámbito ligado a las clases dominantes. Puede parecer paradójico que un deporte tan poco popular haya sido practicado por tantos militantes populares. Hasta puede resultar inexplicable que aquellos muchachos hayan sido parte de la misma burbuja donde ahora se deforman muchos pibes que se juntan para golpear gente. Pero rugby es aquello y también es esto. Y tal vez no estaría mal darse una vuelta por aquello para entender esto.
Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil