El piloto de McLaren Fernando Alonso tiene "cero dudas y cero preocupaciones" sobre su regreso al volante en el Gran Premio de Malasia, después de un accidente en los entrenamientos de pretemporada que le impidió participar en la primera carrera del campeonato.
Alonso recibió el alta para la carrera del domingo tras pasar más pruebas médicas el jueves y después ofreció una rueda de prensa para intentar explicar el misterio sobre su accidente, que lo dejó con una conmoción cerebral y lo obligó a perderse el Gran Premio de Australia.
El piloto español dijo que la dirección de su coche se bloqueó, lo que le hizo salirse del circuito en una curva lenta y chocar contra un muro, pero indicó que la revisión de los datos no había aclarado la causa. También dijo que no perdió el conocimiento en el coche, sino como resultado de un fármaco que le dieron para su traslado en helicóptero y las consiguientes pruebas.
"Estuve perfectamente consciente en ese momento, en la ambulancia y en la clínica en el circuito", dijo Alonso. Sobre la pérdida de conciencia posterior, señaló, "los médicos dijeron que es normal por la medicina que te dan para llevarte en el helicóptero o hacer pruebas en el hospital".
El incidente, que está siendo investigado por el organismo que gobierna la Fórmula 1, ha dado pie a una gran variedad de teorías sobre la causa del accidente, así como a escepticismo sobre el auténtico estado de salud del piloto asturiano, que estuvo tres días hospitalizado.
Alonso sonrió al desmentir algunas de las versiones más imaginativas, comentando, "no me desperté en 1995 y no me desperté hablando en italiano, ni ninguna de esas otras cosas que se dicen".
También criticó las noticias sobre que habría recibido una descarga eléctrica en el coche o sufrido alguna clase de trauma repentino que le hizo salirse del circuito en Barcelona.
Aunque rechazó esas teorías, admitió que "no hay respuestas claras" sobre qué causó el problema de dirección.
"Está claro que había un problema en el auto, pero no se encontró en los datos", dijo.
Buena parte del problema deriva de las declaraciones contradictorias del equipo McLaren, que primero dijo que no había ningún problema con el monoplaza e incluso sugirió que podría haberse visto desplazado por el viento.
"Parte de la confusión viene de las primeras citas y las explicaciones muy preliminares", comentó el piloto.
La escudería colocó sensores extra en el vehículo para la carrera de este fin de semana en Malasia, y recuperó el sistema de dirección estándar que emplearon el año pasado, en lugar del diseño que había solicitado Alonso en un principio ajustado a su estilo de dirección.
El análisis de los datos y las piezas, así como su trabajo desde el accidente, hacen que McLaren tenga "el auto más seguro ahora mismo", aseguró, diciendo que es "el piloto más analizado a nivel médico en la historia".
Fuente: AP