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En un entrenamiento conjunto entre las fuerzas especiales alemanas y el batallón de operaciones especiales (BOPE), la policía militar y la División de Operaciones Especiales (DOE) aceitaron movimientos defensivos ante una situación de riesgo extremo en un Estadio de Brasil.
Con tres premisas: agilidad, presición y técnica, los policías especiales realizaron prácticas en el estadio Nacional de Brasilia para prevenir y neutralizar tres situaciones. En primer lugar, abortaron un intento de secuestro a un periodista, que estaba en el campo de juego, por la pericia de los francotiradores apostados en lo más alto de las gradas. A su vez, también ensayaron el descenso desde un helicóptero a través de técnicas de rapel. La última intervención fue un rescate a una autoridad política invitada a dar el puntapié incial de un partido ante una amenaza de un intruso.
La fuerzas de seguridad brasileña, que estarán dirigidas por la uruguaya Valeria Pomi, están emprendiendo las últimas fases de un duro entrenamiento para combatir el crimen organizado, los terroristas y los barrasbravas. Pocas semanas atrás, presentaron los nuevos "Robocops" que preservarán la paz en la cancha y los alrededores.
