jueves 25 de abril del 2024

¿Después de ti, habrá después?

La última parte de los tres capítulos que analizan pasado, presente y futuro de las distintas administraciones que rigieron la AFA.

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No existían los dineros de hoy ni las cámaras ocultas, pero no faltaban complots ni traiciones en los cuarenta años de amateurismo, revisados en la primera entrega, que mostraron asociaciones más separadas que unidas. Los siguientes cuarenta años, primera mitad del profesionalismo y con la AFA ya como tal, repasados en el segundo capítulo, dejaron un saldo de ausencia internacional, donde fútbol y política, como en casi todos los tiempos (democráticos o golpistas) fueron poco menos que una misma cosa. En esos 80 años, sin el eterno acusado e inextinguible Julio H. Grondona, la AFA -como se vio- estaba lejos de ser un ejemplo institucional. AFA nunca fue una entidad noruega, siempre fue una réplica fiel de la Argentina que conocemos.

Llegan ahora, en esta tercera y final entrega, los últimos cuarenta años, los que incluyen al polémico presidente, reelegido por octava vez este martes, 18, para su noveno ciclo y en franco camino al libro Guiness de los records. Esta vez ganó 46 a 0. En ocho elecciones tuvo un solo ‘gol en contra’, lo anotó el único oponente que tuvo en tres décadas largas, el fallecido ex árbitro Teodoro Nitti. El score acumulado de todos estos ocho comicios da algo así como 370 a 1…

Ya que Grondona gobierna en la AFA hace  exactos y tumultuados 32 años, hagamos el simple ejercicio de mirar hacia atrás en forma equivalente: miremos los 32 años anteriores a su primer mandato. ¿Qué pasó y qué pasaba? La Asociación del Fútbol Argentino en ese lapso cambió presidente veinte veces… ¡20 presidentes en 32 años! También suena a poco serio. Eso no es alternancia, es caos y anarquía. Ese era nuestro fútbol ¿Se volverá a ese modelo una vez que se salga del actual régimen o aparecerá otro ferretero atornillándose por otras tres décadas? ¿Por qué nos cuesta tanto cumplir con el orden y la estabilidad, encontrar el término medio? Somos todo o nada, sin equilibrio. Veinte presidentes en tres décadas o uno solo en otras tres décadas. Todo es a matar o morir. Somos incorregibles.  Además, de esos veinte ‘mandatutti’ 10 fueron interventores de ‘entra y sale’ y uno, Ernesto A. Wiedrich, en 1976, asumió una AFA acéfala, tras la renuncia de todos los miembros del Comité Ejecutivo… Grondona, sospecho y ya con el diario del día después en la mano, que no hubiese permitido ese chau masivo, y él jamás hubiera abandonado el barco. ¿Virtud o defecto? Gran pregunta...

Último capítulo pre-grondonista. Civiles influyentes y militares de mano dura, además de decidir qué se hacía con torneos y selecciones, ponían presidentes o interventores a gusto e piacere en ‘nuestra’ AFA. Desde 1965, cuando dejó el cargo Raúl H. Colombo -el primero que experimentó con los Promedios para definir descensos-, y hasta 1979, comienzo de la ‘era Grondona’, ningún presidente duró más de dos años con excepción del abogado marplatense Alfredo Cantilo que fue mantenido por la Junta Militar durante el trienio previo a la Copa del Mundo del ’78, la que ‘organizó’ el Vice-almirante Lacoste (justamente fue Lacoste quien lo entronó a Cantilo y lo mantuvo, incluso en una disputa por la presidencia afista, ante un militar, el General Gregorio Trimarco, hermano de otro velezano -Cantilo también lo era- y gobernador de Neuquén durante ‘El Proceso’: Domingo Manuel Trimarco).

La dictadura y principalmente el marino Lacoste, al frente del EAM -Ente Autárquico Mundial’78, infelizmente también auténtico hospedaje de periodistas conniventes que aún pululan entre nosotros-, querían estabilidad hasta el Mundial; temían a las repercusiones internacionales en vísperas del campeonato y querían pasar la falsa idea de ‘la casa está en orden’, antes de que lo dijera Alfonsín padre…

Cantilo conocía la AFA, había llegado como presidente del Colegio de Árbitros, en 1969, en la gestión de Oneto Gaona: hoy, al menos, a los referees los manejan ex referees… Pocos años atrás, ya en este nuevo siglo, Cantilo mantenía un cargo en la Comisión Disciplinaria de la FIFA, representando a la AFA (¿lo sustituyó el polémico ex presidente de River, Aguilar? No porque José María Aguilar está en la comisión de Clubes de Fútbol y en la Comisión Organizadora de la Copa Mundial de Clubes; también están el boquense Fernando Mitjans -ya citado en el capítulo anterior- en la Comisión de Apelaciones; Jorge Romo en la de Árbitros, Raúl Horacio Madero en la de Medicina; el Beto Alonso en la Del Fútbol;  Eduardo Deluca en la Comisión Organizadora de la Copa Mundial Sub-20 y Carlos Bilardo en la de Técnica y de Desarrollo. Grondona, además de presidir la Comisión de Finanzas integra la Comisión de Estrategia y el Comité Ejecutivo como primer vice). Cantilo, en su período de interventor afista, en uno de los actos más inconstitucionales que el deporte ya padeció, elevó una lista de 66 jugadores que, por orden del gobierno dictatorial, se impedía su transferencia al exterior: la selección de Menotti tenía que ganar el Mundial ’78. Y lo ganó.

La última página donde la política escribió con tinta propia, antes del ‘Fútbol para Todos’, fue cuando en pleno ‘peronismo sin Perón’, otro secretario de la UOM, el entonces poderoso Lorenzo Miguel, calentó el ambiente para que el médico del sindicato de los metalúrgicos, Dr. David Lorenzo Bracutto, se sentase en la presidencia de la AFA. Curiosamente Bracutto compartía la AFA con la presidencia de Huracán, su club, y eso en aquellos tiempos ‘parecía democrático’... Fue con él, un año antes de encumbrarse en la Asociación del Fútbol Argentino, que el ‘Globo’ se consagró campeón por única vez en Primera División. También con César Luis Menotti como entrenador. Menotti siempre fue un operador en las sombras, con un discurso hacia afuera y otro hacia dentro. Mucho más próximo de la dirigencia que de la gente. Pensando en su gloria no se importó en ser el técnico de la dictadura ni perdió el sueño porque ‘sus muchachos’ tuviesen que jugar en el país coartando sus chances internacionales y acotando sus ingresos económicos. Nefasto, porque de la boca para afuera, hasta hoy, juega al engañado.

La gestión del Dr. Bracutto se extendió hasta los fatídicos días de Videla, Massera y Agosti: cedió su lugar al ya mencionado Cantilo…previa acefalia cubierta con el interinato del también ya citado Ernesto A. Wiedrich (1976). Ellos fueron los hombres anteriores AL HOMBRE, los ‘capos’ previos a Grondona, quien antes de presidir la AFA, presidió con y como sus hermanos, Arsenal e Independiente (campeón de cabotaje el año del Mundial, el previo a su asunción).

Ganada la Copa del Mundo, el deporte ya no interesaba tanto a los milicos. Cantilo tampoco procuró la reelección que alguien propuso. Se decidió que un civil ligado al fútbol dirigiese a la AFA. Le tocó a Grondona; de todos los candidatos era quien reunía el perfil menos asociado a la dictadura, porque, inclusive era un conocido radical de Avellaneda y aledaños. Don Julio era otro conocedor de los pasillos de la calle Viamonte, por su anterior función como Secretario de Finanzas y Hacienda. Ese antecedente le sirvió, mucho para la convalidación de ese mismo cargo -con rango de vicepresidente- en la FIFA, como ya dijimos.

Dos veranos atrás, el hombre que hizo de la FIFA la mayor multinacional de este planeta, el brasileño João Havelange, en entrevista que le hice en su escritorio de Rio de Janeiro, publicada en la revista ESPN de Brasil y, un resumen, en el diario Perfil de Buenos Aires, confesó haberle entregado ese cargo a Grondona, a quien Havelange considera hombre de confianza, un verdadero amigo, porque “quien maneja el dinero tiene el poder”. Para Havelange, Grondona manda más que Blatter, el presidente de la FIFA. ‘El Padrino’, recordemos, llegó a la sede de Zurich, en Suiza, para suceder al primer vice-presidente argentino en esa entidad: Carlos Alberto Lacoste…

En 1983, con los militares cayeron todos en todos lados, menos Grondona en la AFA, porque el primer presidente del actual período democrático argentino, el Dr. Raúl Alfonsín lo ratificó al asumir. Y la Asamblea de la AFA también. Has recorrido un largo camino muchacho… Minado camino. Por eso, -mas allá de la admiración que pueden despertar Vicente de la Mata (padre), Ricardo Bochini y el ‘Cuila’ Antonio Sastre- intuyo que nadie, en la historia de Independiente, tuvo mejor ‘juego de cintura’ que el ferretero más poderoso del orbe…

La Franja de Gaza multiplicada por 49. Crucé la puerta beige claro de la AFA, por primera vez, a fines de los sesenta y durante muchos años la frecuenté por lo menos un día por semana (los jueves era la tarde clave porque al entrar la noche se emitía el boletín que resumía todas las decisiones, sanciones, apelaciones, designaciones de árbitros, cambios de cancha y modificaciones en general). En esa época el Consejo Federal era manejado por el sanlorencista Jorge Propatto y fue en ese entonces cuando el fútbol del interior comenzó, de verdad, a ser escuchado. Recurrí a sus archivos algunas veces. Hablé con mucha gente allí dentro aunque ahora haga más de una década que no la piso. Conocí dirigentes, allegados, árbitros y jugadores entre esas cuatro paredes. Tengo una idea bastante real y cabal de qué se trata -o trató-. Administrar la AFA es organizar un churrasco (regado a vino de ‘canilla abierta’) para israelíes y palestinos, con la heladera del lado oriental de la calurosa faja de Gaza y la parrilla del lado occidental…

La AFA en realidad es más compleja, porque en Gaza son dos partes las que no llegan a la paz y en la AFA son 49 que buscan la guerra. En Gaza no se entienden dos por cuestiones religiosas, en AFA más de cuarenta que piensan distinto por razones ‘sentimentales, personales y sagradas’. Todos, siempre, se sienten perjudicados. En el mejor de los casos creen que se está favoreciendo al rival, a otro. A los 49 miembros de la Asamblea sólo Grondona los silencia y convence de que están todos de acuerdo. Como si fuesen niños. Aunque esos acuerdos y convencimientos duren una semana o menos, como duran los pactos entre niños... La AFA es eso y es así mas allá de que lo ideal sea lo opuesto. Boca y River, por ejemplo, en los días de hoy no consiguen decidir si van a jugar los amistosos del verano porque uno está en la ‘A’ y el otro en la ‘B’. ¿Qué tiene que ver eso con los torneos de verano? Nada. Solo tiene que ver con nuestra argentinidad. Con ese absurdo precepto de que ‘no puedo pensar igual a mi enemigo aunque sea el pensamiento correcto’. Es triste, pero es así, no verlo es cumplir con aquello otro de que ‘no hay peor ciego que aquel que no quiere ver’.

Frente a ese pasado y esta actualidad, que no promete un futuro alentador, no suena tan absurdo que Grondona, con todos sus defectos contestables, las acusaciones no demostradas, las cámaras ocultas exhibidas, su sabia soberbia directiva y su genuina experiencia de tablón, se enquistara por más de tres décadas en la AFA. Descripto así Don Julio es más argentino que el dulce de leche. ¿O alguien ingenuamente cree que la madre Tweresa de Calcuta seria la presidenta ideal de nuestro fútbol profesional? Grondona lejos de ser perfecto, y esta es la única idea que en el fondo deseo pasar, sin embargo es el poxipol del fútbol argentino, es ‘la gotita’ que pega todas las partes de ese rompecabezas que nadie más que él sabe armar y que, con paciencia de viejo curtido, consigue armarlo diariamente. El del fútbol argentino es un rompecabezas único, como extraído de un film de Harry Potter: a cada instante y en cada movimiento las piezas cambian sus encajes. La que combinaba con A1, ahora ya no combina más, ahora encaja con B2 y así sucesiva e interminablemente. Hoy Huracán está con River, pero ayer no y mañana tampoco porque encajará con Boca, por lo que River lo abandonará y combinará con San Lorenzo, pero si River va con San Lorenzo para alejarse de Huracán que se ligó a Boca, Vélez dejará de apoyar a River porque ‘el amigo de mi enemigo es mi enemigo’, que es como se va a llamar este juego cuando Disney lo produzca (porque ‘El Padrino’ ya está registrado). Y por ahí vamos. Como estas tres entregas demuestran, hace más de un siglo que vamos por allí sin saber porque vamos ni adónde vamos… para encontrarnos en la esquina de Boulevard Enemistad y Avenida Desconfianza.

No creo que Grondona sea el dirigente ideal para clonar en mérito a la medicina evolutiva embrionaria, ni merezca una estatua en la plaza de Tribunales -la más próxima a la AFA-, pero todos en el edificio de la calle Viamonte, puertas adentro, coinciden en que es el mejor mientras otro no lo sustituya y supere. Y por ahora nadie conoce a ese otro. Así como los chicos los fines de semana quieren milanesas y Paka Paka, los dirigentes del fútbol vernáculo quieren, de verdad, a Grondona y lo quieren porque lo necesitan. Así como no lo necesitan los que quieren aproximarse al negocio del fútbol. Como Cristóbal Colón en 1592, Grondona, entre los dirigentes, parece ser el único que posee las cartas de vientos alisios y corrientes marinas… aunque como Colón es posible que ‘Don Julio’ crea tener las cartas que llevan ‘a las Indias’ y termine desembarcando en América. Pero son las rutas que existen hoy en este maremágnum futbolero, más parecido al Triángulo de las Bermudas que a la paz suiza; no hay otras. ¿Alguien las tiene? Que las muestre. ¿Los demás creerán en ese nuevo mapa? ¿Lo van a acompañar? Si es así…

En Londres, un siglo atrás, en las cortes de Old Bailey, era famoso el abogado Sir Edward Marshall Hall (1858-1927) que no ganaba sus casos por ser siempre el dueño de la verdad o por defender solo a inocentes, justos y honestos. Él, teatralmente, dominaba la sala, encantaba los juris y los hacía votar aquello que él deseaba. Su histrionismo llegó a ser comparado al del gran actor Sir Laurence Olivier. Claro que para muchos su proceder era inadmisible porque no pocas veces esa retórica liberó de la horca a auténticos criminales. Pero el arte de encandilar con algún talento y convencer con el propio carisma, es tan viejo como legítimo y Grondona, en la actual AFA, lo practica como Marshall Hall en la Londres victoriana. Condenarlo (solo) por eso es demasiada pretensión de quien lo intente. Y su tentativa no es recomendada a hombres de inteligencia menor.

Se hace necesario remarcar que -judicial y legalmente-, al día de hoy, aunque esta semana se hayan exhibido imágenes aparentemente comprometedoras, Grondona sigue tan limpio como cualquier hijo de vecino y lo seguirá estando mientras la Justicia no lo condene. Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Los militares nos acostumbraron a que alguien era enemigo público por usar barba, o porque un colega de trabajo denunciaba las ‘malas compañías’ de otro, o por el famoso ‘algo habrán hecho’. Y mucha gente lo sigue practicando, inclusive micrófono mediante. No es así.

Todo se ha dicho de su figura y sus movimientos. Pero en 32 años nada malo ha dicho quien debe decirlo: la Justicia… Y sospecho que no lo dirá, por lo menos en Argentina, porque sus cuentas están radicadas en Suiza, el país de la FIFA, donde es el número dos de la organización y el número uno de las finanzas: por tanto, es enorme la posibilidad que tiene Grondona de justificar esos depósitos. ¿Se entiende? Finalmente, si Grondona metió la mano, sería tonto creer que caería solo. Muchos comieron de esa mano. Su caída tendría efecto dominó. Y por eso nadie caerá. Todo pasa. Esto también pasará. Aunque no sea lo ideal. Pero es la ‘ley de la selva’. ¿Rechazarla? Una obligación civilizada. ¿Cambiarla? Una utopía. Así en la vida como en el fútbol…

Mister Chasman y Chirolita. El principal adversario político de Grondona, el verdadero de los últimos tiempos, se llama Raúl Gámez quien, hasta cinco años atrás, presidió a Vélez Sarsfield. No lo conozco personalmente, sin embargo sospecho que es un buen dirigente si de fútbol hablamos y el más legítimo para sucederlo. Por lucha y persistencia. Se ganó ese derecho. Vélez, que siempre fue considerada una institución modelo, nunca antes fue tan feliz tanto tiempo, como bajo la tutela de este ex barra brava, según lo adjetivan sus opositores, que él, como todo el mundo tiene... Gámez, sin embargo, no podrá decir que Grondona, por esta adversidad político-afista, perjudicó a la institución que hace cincuenta años horneó don José Amalfitani. Inversamente a lo sospechado, Vélez, el club de Gámez (y Raffaini -el último nombre de la constelación rebelde-), jamás fue tan ganador como en los años grondonistas. Inclusive en las horas de dudas. Sin ir muy lejos, por ejemplo, el 5 de julio de 2009, Vélez se llevó un título más legal que legítimo, un campeonato que parecía más de Huracán que propio… Tan rara fue la situación que el árbitro Javier Brazenas no arbitró nunca más. ¿Qué se hubiera dicho en el díscolo Liniers, si la situación hubiese sido inversa? El débil Huracán del ‘Inglés’ Carlos Babington aceptó su papel de coadyuvante: Huracán no tiene fuerza en AFA. Gámez y Raffaini lo hubieran aceptado como un error de arbitraje, como parte del juego, como equívoco humano? Hummmm… Grondona también es hombre de suerte. Napoleón lo hubiera querido entre sus Generales.

Ojalá a Independiente y a Arsenal les vaya tan bien cuando Gámez presida la AFA, lo que en algún momento no tan lejano sucederá. Gámez es el verdadero opositor porque en los correveydiles futboleros se sabe que es el único dirigente rebelde, hoy, con chances de sumar mayoría si Grondona se retira de la escena (o es retirado). El velezano, en la calle Viamonte, tiene mucha más chapa que Vila, el empresario multimedios mendocino y nuevo rival (de ambos, aunque primero tendrá que echar a Grondona para después mostrarle sus dientes afilados a Gámez, a quien hoy llama de su ‘maestro’ en estas cuestiones dirigenciales-futboleras). Vila, como irónicamente dice un amigo mío, y si se me permite el chiste, no puede presidir a la AFA, mientras sea el novio de la despampanante Pamela David: “no tendrá tiempo ni energía para dedicarle a la AFA”. Concuerdo…

Fernando Raffaini, actual titular de Vélez Sarsfield, a quien tampoco conozco, es la cara visible del movimiento opositor interno de AFA surgido este último invierno. Escucho, no obstante, que es el ‘Chirolita’ de Gámez. Con sinceridad, no lo creo. Y espero que no lo sea, especialmente si es quien va a la AFA en vez de Gámez. Pues, si algo tiene Grondona para elogiarle y para cualquier dirigente copiarle es que siempre fue Míster Chasman. Un ‘Chirolita’ en AFA es todo lo que el fútbol nativo no precisa. No lo creo porque Raffaini tiene vuelo propio en la ‘política grande’, fuera de Vélez, lejos de Gámez. Fue candidato, perdedor, por el espacio que lidera Martín Sabbatella, junto a los actores Raúl Rizzo y Gustavo Garzón: Ciudad por Nuevo Encuentro, que adhirió a la fórmula kirchnerista integrada por Daniel Filmus y Carlos Tomada en las últimas elecciones proteñas.

Daniel Vila, mendocino y dueño de un importante multimedios nacional, se auto-titula representante de las Ligas y clubes del interior del país. Y desde anoche dice ser el nuevo presidente de AFA, democrático según sus palabras, surgido por el voto de 55 clubes del interior, invitados por él mismo, en una Asamblea paralela hecha en el hall interno del predio de la calle Viamonte. De más de aproximadamente tres mil clubes afiliados, Vila se pasea con la firma (apoyo) de 66 de ellos, flaco 2%.

Los dirigentes capitalinos no lo ven con buenos ojos, especialmente después que la AFA, con su apoyo entre tantos otros, rompió el contrato de televisación con la antigua empresa de Ávila, en manos del Grupo Clarín. Dicen que Vila apareció, 24 horas después, pretendiendo que fuese América, canal de su propiedad, el que reemplazase a TyC en las transmisiones. Cayó mal. Nadie vio su apoyo sincero, para alejar al ‘hegemónico’ Clarín, y si por ver una oportunidad propia… Vila, por otro lado, no es unanimidad en Mendoza, su tierra. Como diría otro amigo, también mendocino, “está más del lado del vino que del sol…”, sin que con esto se interprete que el hombre ‘empina el codo’. Fue él quien fogoneó, en San Lorenzo y Tucumán, los  amparos judiciales intentando impedir las elecciones de AFA y que duraron lo que un helado en el Sahara a mediodía.

Grondona, como Ricardo C. Aldao (con sus dos Gimnasias) y Valentín Suárez (con Independiente y Banfield) entre otros presidentes afistas con más de un amor, tiene el corazón partido en dos: es declaradamente hincha de Arsenal (participó de su fundación junto a su familia) y también hincha confeso de Independiente (club que presidió antes de aterrizar en la AFA). Pero nadie pudo descubrir la contribución de su mano para llevar la ‘Academia’ al descenso. Las estadísticas también muestran que su Independiente en su ejercicio afista fue menos vencedor que antes... Podrá decirse que a Arsenal nunca le fue tan bien como en este siglo, lo que es cierto, pero parece que el DT Gustavo Alfaro es más culpable de los éxitos que ‘su poderoso fundador’.

Octubre negro. Por fin llegó octubre, la cámara oculta editada y las polémicas elecciones ratificadoras en AFA, con gritos de tonada provinciana del lado de afuera y aclamaciones internas que consagraron, por octava vez, al mismo presidente para ejercer su nono ejercicio. Parecía que ‘esta vez’ habría combate con fuego cruzado e intenso, combinaciones varias para, ‘al fin unidos’, derribar la dictadura ferretera. Pero, tal vez por ‘deber de oficio’, Grondona, nuevamente supo atornillarse con 43 bulones (léase votos prometidos, aunque su postulación llevó la firma de 24 miembros del Comité Ejecutivo)… y las balas opositoras, según parece, eran de artificio; todo quedó en la nada. No hubo oposición leal y organizada ni jueza fuera de jurisdicción capaz de impedirlo. Esta situación puede tener un sabor agrio, por el continuismo exagerado, nunca recomendable, o leerse a favor del futuro: si ‘los demás’ no consiguen unirse para destronar a El Gran Dictador -que no los divierte como Chaplin-, mucho menos lo harán para ‘salvar’ al fútbol nacional. Entonces, que se queden afuera mirando AFA TV, que comenzará a transmitir nacionalmente a partir de febrero próximo por Televisión Digital Abierta.

Como siempre seguirá Grondona hasta que aparezca otro Grondona o empiecen, nuevamente a desfilar los títeres de turno. ¿Aparecerá alguna vez?... Por ahora, en la monárquica AFA, su gente volvió a gritar: ¡no muerto el Rey... que viva el Rey! Mientras la prensa, de intereses creados y la del desinterés absoluto, continuará preguntándose lo mismo que hace tres décadas y, como entonces, sin encontrar una respuesta satisfactoria: ¿después de ti, habrá después?

Después de ti

Canta Julio H.Grondona:

Yo no me arrepiento

De los descensos decididos

De tus sueños derramados

De mis noches de sudor

Entre tantas cosas

Todo pasa, todo pasa

Si todavía estoy vivo

Todavía respiro

Como entregarme

Si soy reelecto y me piro

A coro Gámez y Raffaini (Vélez)

Después de ti

Después de ti ya no hay nada

Ya no queda más nada

AFA sin nada

Canta José L. Meizner (Quilmes) 

Después de ti AFA es olvido

Un recuerdo perdido

No seré nada

Carlos Ávila (con cámara oculta) 

Como voy a filmar

Nuestro bolsillo vacío

Después de ti

Canta Eduardo Deluca (Def. Belg.) 

Como seguir después de ti

Dejaré que los miembros

Curen todas sus heridas

Aunque se odien por dentro

La AFA va a renacer

Canta Nicolás Russo (Lanús) 

Cuando el hincha llora

Nunca nadie le pregunta

Donde duele

Porque duele, porque deja de doler

Vuelve a cantar Grondona 

Que es lo que pasa si todavía

Estoy vivo

Todavía respiro

Como entregarme

Si soy electo y suspiro

A coro Vila y Pamela David

Después de ti

Después de ti ya no hay nada

Ya no queda más nada

Nada de nada

Noray Nakis (Dep. Armenio)

Después de ti AFA es olvido

Un recuerdo perdido

FIFA es nada

Vuelve Grondona   

De vez en cuando también río

Y le pregunto a mi destino

Como entregarme

Si soy reelecto y me piro

Todos juntos excepto Grondona

Después de ti

Como hacer después de ti

Como seguir después de ti

Como vivir después de ti…

Nota: en negrita las palabras adaptadas.

CORRECCIÓN. En el inicio del primer capítulo, escribí: “El ‘fútbol argentino organizado’ existe desde 1891, cuando se creó la Argentine Association Football League, presidida inauguralmente por su importador, el profesor escocés Alexandre Watson Hutton (quien la refundó dos años después -21 de febrero de 1893- con igual nombre y él, otra vez, ocupando el máximo cargo)”. Creador y actual Presidente del CIHF (Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol), el amigo e historiador Carlos F. Yametti, me corrige con razón. Textual de su email: “la primera Argentina Association Football League (la de 1891) no la fundó Watson Hutton ni fue su presidente; él participaba (en mi libro vas a ver que aparece algunas veces haciendo de árbitro; pero no la presidió. Entre los fundadores quienes más se destacaron fueron Alec Lamont y Arnot Leslie y el presidente fue un tal F.L. Woolley que era dirigente del Buenos Aires Football Club”).

N. de la R: autoridad en la materia y autor de más de veinte obras, Yametti cuando habla de su libro, se refiere a ‘FUTBOL ARGENTINO 1891/1995’-  Hearth Books de Bélgica  (1995) y también ‘HISTORIA DEL FUTBOL AMATEUR EN LA ARGENTINA’ - Distribuidora Historiales (1992).

Mi fuente, inexacta, proviene de una biografía que llegó a mis manos en 1971, cuando el editor Rubén René Macchi compró la ‘Revista Racing’ a su fundador, don Antonio Rey, y con ella, su maravilloso archivo. Para mi suerte -yo trabajaba con Macchi dirigiendo la revista- tenía acceso libre y directo a ese archivo que excedía la historia del club de Avellaneda. Allí existían documentos fantásticos, como el original del descargo -en papel canson, tipiado a máquina- de la delegación argentina en el fracaso de Suecia de 1958, escrito confidencialmente para la presidencia de AFA… En un sobre de la letra ‘W’ había una mini biografía (manuscrita y firmada con una sola e ilegible inicial), de Alexander Watson Hutton. Esa reseña contenía el dato que me acompañó, erradamente, tantos años.

ENMIENDA. Lamont y Leslie, según todo indica, fueron los propulsores de esa primera asociación, aunque Woolley la presidiese. ¿Pero quiénes eran estos pioneros y precursores de Grondona?

Alec Lamont, también profesor y escocés, compartió sus días durante dos años, en el Saint Andrew's Scots School de Buenos Aires, donde era Secretario, con su compatriota, el rector -con posgrado en Artes y Filosofía-, Alexander Watson Hutton hasta que este -enojado con el Consejo Escolar que no aceptó construir un campo de deportes y un gimnasio-  fundó, en 1884, en la calle Perú 253/57, el Buenos Aires English High School que luego, futbolísticamente, se convertiría en el imbatible Alumni (en 1901 se dispuso que los clubes del torneo de la AAF no podían usar nombres de colegios). Aunque en esa Comisión Directiva inaugural estaban Arcels, F. L. Wolley, A. Leslie, Rovenscraf, T. Mc Ewen, Hughes y W. H. Mc Intoch, lo cierto es que Lamont era quien organizaba el día a día de esa primera asociación desde la sede de la calle Buen Orden 1595, actual esquina de Bernardo de Irigoyen y Brasil. Esa sede fue demolida hace poco más de cuarenta años como consecuencia de las obras de ensanchamiento de la Avenida 9 de Julio…

Lamont, con E. Morgan, fueron delegados del Quilmes Rovers Athletic Club, en 1893, cuando la reorganización de la Argentine Association Football League: en la reunión efectuada el 21 de febrero de ese año, en la nueva sede de la calle Venezuela 1230, ambos estaban presentes como integrantes del consejo directivo, junto a W.H. Mc Intoch (tambien del St. Andrew's), T. Mac Ewen  y H.G. Caird (los dos de Old Caledonians) y F. Archer (también del Buenos Aires al Rosario Railway). La CD de esa segunda Association la integraban además A. Watson Hutton como presidente -¡ahora sí!- B. Guy como vice, F. Webb en la tesorería, Alec Lamont, siempre como Secretario, y C.W. Reynolds, P.L. Bridger, E. Morgan, R.W. Rudd, B.B. Syer y F. Singleton en calidad de vocales. Alec Lamont y E. Morgan eran exportadores, ambos figuran en el Directorio Kelly’s -guia para británicos- de 1903, como vecinos comerciales: Moore, Lamond & Co en la antigua calle Cuyo 429 (hoy Sarmiento) y Morgan e hijo en Maipú 642. Así como Carlos W. Reynolds era, junto a su padre Charles H., agente naviero, con domicilio en Reconquista 387.

Arnot Leslie, mano derecha de Lamont, también escocés de Glasgow (nacido en 1841), junto a su esposa Janet y su hermano mayor David, llegó en esos años a la Argentina, donde fue incluido en una guía porteña de direcciones de 1885 como fontanero: ese había sido el oficio de su rama familiar Piggot, en la aldea de Angus, este de Escocia, cerca de Dundee . Tuvo hijos, incluyendo Arnot Junior. Todos los Leslie figuran como miembros de la St Andrew's Society of Buenos Aires en 1894. Tres Leslie, el propio Arnot, George y William (estos nacidos en Buenos Aires) integraron el equipo de Lomas Athletic campeón de 1893. Arnot, además y como buen escocés, fue campeón del primer club de golf de Mar del Plata (donde aún hoy se disputa la Copa Arnot Leslie). En 1901 toda la familia regresó a Escocia. Arnot murió en 1904 en una casa que se llama ‘Argentina’ en Monreith Road, Newlands, de Glasgow. Seis años después, su mujer, Janet, falleció en la misma casa…

F.L. Woolley (o Wooley dependiendo de cada documento), el primer presidente de la primera asociación es el nombre más incompleto y misterioso de esta saga y de quien menos se sabe por no decir que muy poco se conoce. El dato más saliente es que era el presidente del club Buenos Aires al Rosario Railway… En mis pesquisas encontré, castellanizado, a Francisco Lucas Woolley (las iniciales coinciden) fallecido a los 37 años, el 19 de diciembre de 1892, un año después de la fundación de la Asociación que habría presidido, lo que daría algún sentido a su desaparición posterior -en cualquier otro documento o recorte- a esa única función en el fútbol, por causa de peritonitis aguda. Fue enterrado en el cementerio británico de Chacarita y está definido en los registros de la iglesia Anglicana de Buenos Aires como ‘comerciante inglés (en esos registros nadie figura como ‘escocés’: o son ingleses o son británicos), con domicilio en el barrio de Caballito’.  Otro dato que me entusiasma a creer que se trata efectivamente de quien queremos que se trate, es que recibió su extremaunción del reverendo Pelham Rhodes Ogle, rector del St John's entre 1888 y 1898. Conviene esclarecer que a fines de 1892, precisamente, el cementerio inglés de Victoria fue cerrado y sustituido por el nuevo camposanto británico de Chacarita.

Por otro lado, en los registros de la iglesia de San Pedro, de Flores, Frank Lucas Woolley, domiciliado en caballito, bautizó a su hijo Duncan Boyd Woolley, el 27 de marzo de 1892. Ese bautismo sucedió ocho meses antes de morir y veinticuatro días después del bebe nacer (3-3-92). Estaba casado con Ethel Louisa que lo ayudaba en su negocio de venta de vinos importados de la calle Maipú número 95, llamado Besant & Woolley, así asentado en el directorio de calles de Buenos Aires del año de 1885.

Con esta contribución final creo haber enmendado el error inicial. Y fin de la historia aunque ese haya sido el comienzo.

(*) Director Asociado Diario Perfil/primera época; y creador de SoloFútbol

La AFA sin Grondona, capítulo I: "Masones y milicos, políticos y periodistas"

La AFA sin Grondona, capítulo II: "Una auténtica embajada"

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