La noticia conmovió al fútbol alemán: un árbitro había intentando suicidarse haciéndose profundos cortes en sus muñecas antes del partido entre el Mainz y el Colonia por la Bundesliga, encuentro que debió ser suspendido. Ahora, el iraní Babak Rafati -el referí en cuestión- confesó que quiso matarse por "miedo a los errores" y por la "presión de los medios de comunicación".
"El señor Rafati cree que fue por la creciente presión sobre sus actuaciones como árbitro y la presión de los medios de comunicación, junto con un miedo constante a cometer errores, lo que se estaba convirtiendo en una carga cada vez mayor", aseguró el abogado de Rafati en un comunicado.
Según el diario As, el letrado contó que el árbitro sufre depresión desde hace un año y medio. "Los problemas cotidianos le parecen insalvables", explicó.
Rafati es un árbitro internacional de origen iraní que vive en Hannover y es empleado bancario. Dirigió un total de 84 partidos en la Bundesliga desde su debut, en agosto de 2005, precisamente en un partido entre el Colonia y el Mainz.
Luego de su intento de suicidio en la bañera de un hotel, pasó dos días internado en un hospital y ahora se encuentra en tratamiento debido a su cuadro depresivo. Según su abogado, no descarta volver a arbitrar cuando recupere su salud.
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