Emmanuel Gigliotti agarró la pelota y se hizo cargo. Jonathan Calleri fue el único de los cuatro designados que amagó a sacarle el penal al Puma. Los otros dos, el Cata Díaz y Pachi Carrizo, ni lo intentaron. Iban 14 segundos del partido cuando Boca dispuso de una chance inmejorable para hacer el gol de visitante ante River que pudo haber cambiado la historia de la serie. El resultado final ya es conocido. Pero hoy se supo que Gigliotti desoyó la orden del Vasco Arruabarrena.
Según publicó el Diario Olé, el cuerpo técnico había preparado un informe especial sobre los penales. En él se mostraba que de los últimos 30 penales que le habían pateado a Barovero, en 18 se había tirado hacia su derecha, que en 11 se había movido a su izquierda y que en uno solo se había quedado parado en el medio del arco.
Antes del partido decisivo, Arruabarrena juntó a los cuatro designados y les dijo que el que se tuviera más confianza agarrara la pelota para patear. Sólo les exigió una cosa: “Fuerte al medio”.
Gigliotti no hizo caso a la indicación o simplemente se olvidó, pero la pelota la terminó atajando Barovero. Un penal que pudo haber cambiado la historia.
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