El alemán Sebastian Vettel conquistó hoy el territorio Mercedes al derrotar al británico Lewis Hamilton en un intenso Gran Premio de Fórmula 1 de Gran Bretaña.
La victoria le permite al de Ferrari ampliar a ocho puntos su ventaja en el campeonato respecto al defensor del título, que tuvo un incidente en la salida que le obligó a realizar una imponente remontada.
El tercer clasificado fue el finlandés Kimi Raikkonen, con lo que Ferrari vivió un fin de semana redondo al colocar a sus dos pilotos en un podio que había sido dominado en los últimos años por Mercedes y Hamilton.
La prueba no estuvo exenta de polémica, pues Hamilton, que partía de la "pole position", sufrió un accidente al tocarse con Raikkonen en la salida que lo dejó en el fondo del pelotón. El británico limitó los daños, pero no ocultó su enfado al finalizar el Gran Premio.
Por el contrario, Vettel realizó una salida perfecta que culminó además con un gran adelantamiento en la parte final al segundo Mercedes, el del finlandés Valtteri Bottas, para sumar su cuarta victoria del año y la número 51 de su carrera.
"Estoy muy feliz, todo fue superbien", resumió el alemán de 31 años tras la carrera más emocionante desde hacía mucho.
Vettel tuvo que pelear hasta el final. Después de dos fases de safety car, el germano era segundo por detrás de Bottas, pero a falta de cinco vueltas para el final pasó al finlandés y ya nadie pudo pararlo. Y eso que el cuello le había causado dolores en los últimos días.
Todo parecía indicar que Hamilton iba a darse un paseo y lograr su quinta victoria seguida en Silverstone, sobre todo después de su "pole" del sábado.
Pero Vettel se quedó cerca en la clasificación, y en la salida de la carrera demostró la fortaleza de su Ferrari. Con una salida relámpago, el alemán adelantó a sus rivales y se puso en cabeza antes de la primera curva.
Hamilton, por el contrario, se atascó y tuvo que dejar pasar también a Bottas. Raikkonen también lo intentó, pero en su intento tocó a Hamilton y el Mercedes hizo un trompo que lo dejó en la decimooctava plaza.
"Mi coche está roto", se quejó el británico por la radio. "Tengo daños atrás a la derecha", informó algo más tarde. Desde el muro, sin embargo, lo tranquilizaron. La lectura de datos no mostraba daños significativos.
Los comisarios de carrera juzgaron a Raikkonen culpable del accidente y lo castigaron con diez segundos de sanción. El piloto de 38 años admitió luego su error. Hamilton se puso tercero a mitad de carrera tras una furiosa remontada, pero la pelea por el triunfo era cosa de otros.
El siguiente cambio llegó en la vuelta 32. El sueco Marcus Ericsson perdió el control de su Sauber y se estrelló contra la barrera. El safety car entró en pista. Los estrategas tenían que decidir. En Austria, un error táctico le costó el liderato a Hamilton. El muro decidió otra vez dejar a los dos pilotos en pista mientras Vettel cambiaba neumáticos.
Hamilton, que estaba tercero tras Bottas y Vettel, preguntó irritado: "¿Cómo voy a derrotar a Vettel si tiene neumáticos nuevos?" La respuesta desde el puesto de mando fue: "Eras millas más rápido que los otros".
A 15 vueltas del final, la carrera volvió a lanzarse, pero en seguida hubo un nuevo accidente. El Haas de Romain Grosjean y el Renault del español Carlos Sainz acabaron contra las vallas y otra vez se neutralizó la prueba.
Cuando el trazado se limpió, a Vettel le quedaban diez vueltas para tratar de rebasar a Bottas. Al mismo tiempo tenía a Hamilton en el retrovisor. Empezó una dramática fase final. Vettel lo intentó repetidas veces hasta que finalmente pudo pasar. El finlandés tuvo incluso que ver luego como lo adelantaban Hamilton y Raikkonen, que completaron el podio de la emocionante carrera en Silverstone.
Fuente: DPA
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