El futbolista neerlandés Quincy Promes, que actualmente milita en el Spartak de Moscú, tendrá que ir a la corte junto con un cómplice, ya que se sospecha que está involucrado en el contrabando de cocaína.
Promes está acusado de importar "varios cientos de kilogramos" de la sustancia prohibida a través del puerto de Amberes en Bélgica en enero de 2020. Supuestamente se trataba de una carga de alrededor de 650 kilos y una carga de casi 720 kilos de cocaína.
El abogado de Promes, Robert Malewicz, se negó a comentar sobre las nuevas acusaciones: "Haré una declaración durante la audiencia del lunes", dijo el martes por la noche.
Promes ya fue juzgado el 3 de marzo por intentar apuñalar a su primo Esajas. La causa era que el primo le había robado un collar a su tía. “Mataré a cualquiera que le robe a mi tía”, supuestamente gritó Promes en una conversación telefónica. El ataque con cuchillo ocurrió en julio de 2020.
Promes lo había apuñalado en la rodilla con un cuchillo, hiriéndolo gravemente. Hace unas semanas, la fiscalía había pedido dos años de prisión en su contra. Sin embargo, el futbolista no se presentó al juicio y se quedó en Rusia por temor a ser arrestado.
En cuanto a su carrera profesional, Promes aún tiene contrato con el Spartak de Moscú hasta 2024.
BP
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