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Vélez le dio este domingo una lección de fútbol colectivo a River y le hizo precio al ganarle 2-0 en el José Amalfitani, lo que le permitió afirmarse entre los principales animadores del Torneo Inicial.
El ex boquense Lucas Pratto, quien fue la figura más destacada de la cancha, marcó a los 19 minutos el gol que permitió que los locales se fueran ganando 1-0 al descanso. En el segundo período, amplió la diferencia Iván Bella, a los 18.
Ambos equipos sufrieron una expulsión, ya que a los 16 de la segunda mitad River se quedó sin Ramiro Funes Mori y a los 23 Vélez perdio a Emiliano Papa. Ambos tuvieron que irse por doble amonestación.
El encuentro fue interesante por la producción de los de Liniers, pero tuvo su mancha a un cuarto de hora del desenlace cuando la barra brava de River causó una suspensión que duró seis minutos, dado que algunos de sus integrantes se treparon al alambrado e incluso lo rompieron en un pequeño sector.
Los fortineros con esta victoria se colocaron a dos puntos de la cima que ocupa Boca, mientras que River se aleja de esa anhelada posición con el agravante de que el nivel de su juego es inestable y disociado, por lo que provoca preocupación entre sus partidarios.
Vélez desde el comienzo puso de manifiesto su superioridad como equipo sobre River haciéndose rápidamente del control de la pelota y del dominio territorial, por lo que generó varias situaciones de gol consecutivas.
Los tres delanteros de River quedaban aislados y las líneas que intentaban proteger al arquero Marcelo Barovero eran desbordadas continuamente por el local. Las ocasiones aisladas para los millonarios surgían de jugadas con pelota detenida, como el córner que ejecutó Sánchez a los 6 minutos y que Bottinelli cabeceó cerca del palo izquierdo.
El tanteador se abrió cuando Bella buscó a Federico Insúa por la derecha, el zurdo metió un centro rasante y Pratto en dos tiempos (cayendo primero ante la marca de Luciano Abecasis pero rehaciéndose y recuperando la pelota enseguida) capitalizó la acción con un violento remate.
En la segunda etapa todo siguió igual, más allá de que desde la reanudación Matías Almeyda puso a Facundo Affranchino en reemplazo de Abecasis y dejó una línea de tres atrás con la intención de equilibrar la lucha en la mitad del terreno.
A los 9, Facundo Ferreyra se escapó, quedó mano a mano frente a Barovero y el arquero le tapó lo que hubiera sido el lógico 2-0. A los 11, hubo un tiro libre del capitán Sebastián Domínguez pegó en el travesaño.
Pero a los 16 fue expulado Ramiro Funes Mori y, mientras Almeyda decidía una variante para rearmar la retaguardia, Vélez aprovechó para estampar un 2-0 tan cantado como irreversible: Insúa abrió a los riverplatenses por el lado derecho y habilitó a Facundo Ferreyra, quien forzó una intervención de Barovero. El rechazo del guardavallas lo recogió el mismo Ferreyra, quien con lucidez y precisión cedió a su compañero Bella para que bajo el arco decretara sin marcas el segundo y último gol del partido.
Después se vio el episodio bochornoso de un grupo de barras, y cuando el juego volvió a la normalidad hubo un cabezazo de Mora que pegó en el horizontal. De todos modos, ni en el tanteador ni en cuestiones de imagen hubo novedades. A Vélez se lo ve en pleno crecimiento, mientras River sólo suma individualidades.
