El River Plate de Ramón Díaz fue muy superior en la noche del sábado al Boca Juniors de Carlos Bianchi y ganó el primer superclásico del año por 2 a 0.
En el Estadio José María Minella, en Mar del Plata, el Millonario consiguió el triunfo por dos goles del uruguayo Rodrigo Mora, quien está empezando a transformarse en una pesadilla para los xeneizes.
El primer tanto de Mora se vio a los 23 minutos del segundo tiempo, cuando aplicó un cabezazo descendente y cruzado que ingresó a la derecha de Agustín Orion. En la escena previa participó el capitán Leonardo Ponzio, quien abrió el juego hacia la izquierda para aprovechar la proyección de Leonel Vangioni.
El golpe decisivo lo aportó Mora en el minuto 37, cuando recibió un pase de Ariel Rojas y definió con un disparo ascendente. En el marco del Torneo de Verano, el conjunto de Núñez a partir del primer cuarto de hora lució un mayor equilibrio y con una producción creciente borró a su archirrival del terreno.
Arrancó el partido muy parejo, con una expectativa en las tribunas que se traspasó a la cancha, pero Boca empezó a demostrar que tenía el juego más amalgamado que River.
Algunas apariciones de Leandro Paredes, las crecidas de Franco Sosa por derecha y la movilidad del uruguayo Santiago Silva y Lautaro Acosta le permitieron a los de Bianchi rendir un poco más que los Millonarios en los primeros 20 minutos.
El equipo de Ramón se paraba bien para jugar de contraataque y en el medio era conducido con idoneidad por Ponzio.
A los 25 Boca tuvo la primera jugada de peligro. Paredes habilitó a Silva en cortada dentro del área grande y el uruguayo definió, pero Marcelo Barovero tapó con un manotazo y terminó de despejar Gabriel Mercado. River contestó con un desborde de Jonathan Bottinelli que no alcanzó a conectar Mora.
Luego los de Ramón salieron a bucar al adversario más arriba y River aparovechó para que Ponzio habilitara a Rogelio Funes Mori, quien demoró en acomodarse, pero igual definió y obligó a Guillermo Burdisso a poner un pie para desviar la pelota al córner.
A los 40 minutos el árbitro Pablo Lunati se vio obligado a suspender momentáneamente el cotejo debido a cánticos discriminatorios a los que recurrió la parcialidad riverplatense. Cuando se reanudó el juego desbordó Vangioni y a Boca lo salvó Walter Erviti con un cruce milagroso.
La segunda parte fue absolutamente favorable para el elenco del riojano, en el que se destacó la seguridad que afreció en el fondo el paraguayo Adalberto Román, la presencia de Ponzio en el medio, las trepadas de Vangioni por la banda izquierda, el enlace creativo de Mauro Díaz y la contundencia de Mora en los últimos metros.
Mora se ocupó finalmente de demostrar en la red que River en la noche marplatense fue el mejor de los dos gigantes del fútbol argentino.
Fuente: DyN