jueves 25 de abril del 2024

Victoria Tanco, la "niña prodigio" que ya creció

A los 17 años, Vicky puede convertirse en la golfista argentina más joven en entrar al circuito profesional. Sus comienzos y lo que viene. Galería de fotosGalería de fotos

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“Es una esperanza, no sólo para el golf, sino también para el deporte argentino, especialmente para los más chicos, que seguramente querrán imitarla”. Corría el año 2008 y Victoria Tanco tenía apenas 14 años. Había ganado el Junior Orange Bowl y su nombre, que ya se pronunciaba como una de las grandes promesas del semillero nacional, se replicó en todos los grandes medios del país. Roberto De Vicenzo, una de las grandes figuras del golf argentino, ya veía en la pequeña un futuro enorme. Pasaron poco más de tres años y Victoria, que desde los seis sueña con convertirse en una número uno, está a punto de hacer historia otra vez.

El 30 de noviembre Vicky arranca con la tercera y última etapa de clasificación para el Tour 2012 del LPGA (Ladies Professional Golf Association). Si logra superarla se convertirá, a los 17 años, en la golfista argentina más joven de la historia en ingresar al circuito profesional. “Mi objetivo es clasificar, quedar entre las primeras veinte y empezar a jugar el tour profesional de mujeres el año que viene”, cuenta ella a 442 con absoluta determinaciónantes de viajar. Todo un logro para el golf argentino, un paso más para la bonaerense en su camino a convertirse en la mejor.

Todo comenzó cuando la familia Tanco compró un terreno en un country para pasar los fines de semana. “Con mi hermano (Nicolás, dos años mayor) estábamos buscando un deporte para divertirnos. Fui a tenis, no me gustó. Fui a equitación. Fui a las colonias y nada me llamaba la atención. Un día de casualidad fuimos los dos a golf y me encantó”, explica. Vicky tenía apenas seis años, pero su talento no demoró en relucir: tardó menos de un año en ganar su primer torneo junior. Cuatro años después sacó hándicap, al tiempo que su nombre comenzó a tomar relevancia: todos querían saber quién era esa pequeña niña revelación que había brillado en el Abierto Argentino de Damas.

Ese momento fue bisagra para su futura carrera como golfista. Fue allí cuando sintió que podía llegar lejos. “Cuando empecé a jugar al golf me decían que tenía condiciones y después, a los 10 años, saqué hándicap, empecé a jugar los nacionales de Argentina, me puse más las pilas y empecé a practicar a full. Ahí fue cuando me propuse hacer todo lo que quería hacer”, recuerda. Los años siguientes no sólo confirmaron su pálpito sino que, además, fueron consecuentes con la enorme responsabilidad que adquirió para con el deporte: a los 11 años ganó su primer torneo junior en Estados Unidos, a los trece se convirtió en la aficionada número uno del país, representó en el exterior a la Asociación Argentina de Golf y apareció en el primer lugar del Ránking Americano Junior. Fue Mejor Jugadora Junior del año en Estados Unidos en 2008 y en 2009, recibió un Premio Konex en 2010 y ya participó de cuatro US Open.

Victoria divide su vida entre Moreno y Florida. Cuando se encuentra en Argentina, va al colegio (este año se recibe) y practica cuatro horas por día, pero cuando compite o se encuentra en la Academia de Golf de David Leadbetter le dedica al deporte por lo menos siete horas diarias. No se queja: para ella no hay nada mejor que jugar al golf. Hoy, sus compañeros de colegio la apoyan y escuchan sus experiencias, pero no siempre fue así. “Al principio no me entendían. Me decían '¿Al golf?', como que era algo raro porque nadie jugaba ni conocía. Además, lo veían como un deporte de viejos. Con el tiempo se fueron acostumbrando”, repasa.

Acostumbrada a que se la mencione desde muy chica como “la promesa argentina del golf”, Vicky ya no siente la presión del “tener que ser”: disfruta cada momento que pasa dentro de un campo pegándole a la pelota en contacto con la naturaleza. Y esa capacidad de concentración, esa convicción y la fortaleza mental que demuestra -junto con un talento reconocido por muchos referentes del circuito- son, quizá, la clave de su temprano éxito. Un cóctel que resalta cuando menciona a alguno de sus referentes. “De las mujeres me gusta Suzann Pettersen. Ya tuve la posibilidad de jugar con ella. Me gusta mucho su swing y su mentalidad. Creo que es una de las mejores. De los varones hay un montón buenos, pero el que más me gusta es Tiger Woods por todo lo que hizo, todo lo que ganó. Su mentalidad es muy fuerte. También me gusta Lorena Ochoa, que ahora se retiró pero fue un gran ejemplo para todos en Latinoamérica y más para las mujeres”, enumera.

Justamente, con Ochoa y con Pettersen tuvo la posibilidad de jugar en el US Open, y para Victoria fue un momento inolvidable. “Fue una experiencia muy buena que nunca me voy a olvidar. Jugar con ellas es lo que siempre soñé y haber podido compartir las vueltas de práctica y las vueltas del torneo fue algo increíble. Con Lorena tuve la suerte de poder jugar 18 hoyos y me dio consejos: me dijo que disfrute el torneo, que me vaya bien en lo que viene y que si juego, que sea porque me gusta. Poder jugar con ella es algo que me ayudó mucho”, explica. Vicky está a una sola etapa de convertirse finalmente en profesional y poder comenzar a trabajar para ser la mejor golfista del mundo. Y quizá, en un futuro no muy lejano, sea ella el referente de una futura nueva niña prodigio.

(*) De la redacción de 442

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