viernes 19 de abril del 2024

¿Clásico devaluado?

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Cappa ya se fue. O mejor dicho, lo fueron. Borghi también se fue aunque el martes por la noche vaya a estar sentado en el banco de suplentes del Monumental. Gane o pierda, el Bichi se va de Boca entre otras cosas porque suele “irse de boca”. Si pierde será, tan solo, un eslabón más en la cadena de desaciertos que ha enhebrado en su corto paso por Boca. En cambio, si gana, podrá irse con la frente alta y dejando en el medio la sensación de que no le dieron tiempo para armar su equipo ideal, ya con Riquelme en cancha. Incluso podría argumentar que no fue comprendido cuando ha quedado claro que, hasta aquí, ha sido Borghi quien no termina de comprender ni soportar el Mundo Boca.

Lo cierto es que a partir de las defecciones de Cappa y Borghi quienes habían despertado una ilusión grande en ambas hinchadas y, obviamente, desde la cruda realidad que marcan los números, este River-Boca se presenta como un clásico devaluado. Advierto, en primer lugar, que ha habido clásicos mucho peores que este. En algunos casos con muy poco en juego y sin grandes figuras a las cuales prestarle atención. Esta edición tendrá en cancha, por caso, a Riquelme y Palermo, dos de los cinco ídolos máximos de la historia de Boca. Por el lado de River aparece Juan Pablo Carrizo, el mejor arquero del fútbol argentino y dos de los futbolistas más queridos por la gente en los últimos quince años, como son Almeyda y el burrito Ortega quien no se pierde el clásico, esté como esté y sea quien sea el entrenador o el presidente.

Es cierto que en la memoria aparecen partidos con Maradona, Ruggeri, Brindisi, Fillol, Passarella, Kempes y Alonso todos juntos o , más cerca en el tiempo: Francescoli, Salas, Ortega, Maradona, Caniggia, Latorre y Palermo. Pero, también es muy cierto que por primera vez en los últimos cuarenta años uno de los dos llega al partido con la incomparable carga que implica en el fútbol argentino estar peleando por no descender. El comienzo con tres victorias de River en el Torneo había despejado los fantasmas pero hoy, en la previa del Superclásico, los fantasmas han tomado una estatura inusitada. Conozco hinchas de River que han gritado, el viernes último, los goles de Colón frente a Huracán, que lamentaron el angustioso empate de Olimpo frente a Independiente y que sufrieron horrores con la victoria de Tigre con un hombre menos frente a Estudiantes.

¿ Veremos un River conservador en el Monumental? ¿ Priorizando no perder? En el último River-Boca disputado en el Monumental, el equipo de Leo Astrada ya había adoptado un rol secundario en el juego. Cedió la iniciativa y eligó la contra. Algo pocas veces visto con el Millo jugando de local. El River más contragolpeador de la historia, el del Bambino Veira en el ’86, no se atrevió jamás a jugar de esa forma, pese a que se sentía muy cómodo en ese tipo de partidos.

¿ Boca es más que River? El rendimiento de uno y otro en este Torneo no avala la idea. Los problemas de identidad y funcionamiento de Boca han sido más evidentes aún que los del River de Cappa. Seguramente si fuera Boca el comprometido con el descenso Borghi ya estaría descansando en Santiago de Chile y Cappa andaría planeando la pretemporada.

Las claves parecen estar esencialmente en las actuaciones individuales. Boca es un equipo sin respuestas colectivas y el River de J.J.López no es todavía un equipo asi que mucho dependerá de los nombres propios. De cómo este Carrizo, de cómo responda Javier García que cuenta con el buen antecedente de dos clásicos jugados (Apertura 08 y Clausura 10) y dos ganados. Dependerá de cómo este la pólvora de Pavone y Palermo. De algún destello de Ortega, más proclive, hoy a un pase gol que a una resolución individual. Pero sobre todas las cosas y más que nunca teniendo en cuenta la referencia inevitable de los últimos clásicos donde supo ser amo y señor de casi todas las historias, este Superclásico algo devaluado dependerá de Juan Román Riquelme como pocas veces ha dependido un partido tan importante de un jugador. Según como este el Diez, según como se lo marque, según su respuesta física habrá que analizar esta historia. Casi inevitablemente.