Sin que nadie deba ofenderse, es imprescindible aclarar de antemano que cualquier cosa que suceda con River es solamente comparable, en cuanto a lo que despierta en el pueblo futbolero, con algo que pueda ocurrirle a Boca y a nadie más. Pero como referencia no está mal partir de lo que le pasó a San Lorenzo y Racing, los otros dos grandes que alguna vez descendieron. Casualmente, como River, ganaron sendos primeros partidos en la “B” por un solo gol de diferencia. Pero Racing se “fumó” dos añitos en la segunda categoría y fiel a su sufridísima historia apenas pudo subir ganando el octogonal. A San Lorenzo haber descendido le vino bien. Pese a las cargadas que aún hoy persisten, bajar forzó la unión dirigencial y le permitió transformarse, en aquel 1982, en el equipo más convocante de todos, superando a Boca y River. Precisamente la primera victoria de este River en la B se dio desde la convocatoria televisiva. Es así, como, treinta años después, se mide el interés que cualquier hecho cultural despierta. Y el primer partido del Millo alcanzó un pico de rating de 20 puntos contra el pico de 18 que logró Boca en su goleada ante Unión.
A simple vista el millonario tiene, por ejemplo, mejor equipo que en Primera. Sus tres figuras están en el ataque y la intención de Almeyda es darles el lugar que se merecen. El Chori Dominguez tiene todo para convertirse, aunque suene exagerado, en uno de los futbolistas de mejor nivel en la historia de la categoría. El uruguayo Sanchez sería titular en cualquier equipo de primera porque es un mediocampista con llegada de los que hay poquitos y al capitán Cavenaghi, seguramente, no habrá que esperarlo demasiado para que empiece a sacar ventajas en las áreas rivales.
Arrancó con el pie derecho, algo determinante para un equipo que venía golpeado en lo psicológico. Y, además, las dirigencias de sus eventuales rivales parecen tener más deseos de disfrutar el encuentro que de transformárselo en un problema. Por caso, ya se sabe que Defensa y Justicia no jugará en su “fortaleza” sino que será el estadio Único de La Plata el escenario de un enfrentamiento que, desde el color singular que presenta la cancha del Halcón aparecía como una dura prueba para superar. Independiente Rivadavia de Mendoza decidió, no solo salir de su estadio en el Parque para jugar en un mucho más neutral estadio Malvinas Argentinas sino que, además, su presidente se encargó de aclarar que habrá una tribuna para gente que no sea de la Lepra. Uno sospecha, inocentemente, que habrá algunos hinchas más de River que de Maipú o de Huracán Las Heras.
La jerarquización del Nacional B ya se venía dando en los últimos años pero con seis campeones de Primera (River, Chacarita, Central, Huracán, Quilmes, y Ferro) ha llegado a su punto cúlmine. River jugará, contando al nuevo estadio de San Juan donde visitará a Desamparados, sus primeros cinco partidos en estadios que nada tienen que envidiarle a los de Primera, como si la categoría se hubiese preparado para demostrar que puede ser una Primera pero más federal. River es el gran responsable y probablemente será quien más beneficios obtenga de este notable cambio.
