jueves 28 de marzo del 2024

El ‘House of Cards’ de la FIFA

El 29 de mayo son las elecciones. Blatter intentará ser reelecto, pero luchará con un ex jugador, un magnate y un príncipe.

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Si hay algo que ganó la FIFA en estos últimos años, bajo el mandato de Joseph Blatter, es la creciente sospecha de que todo lo que pasa a su alrededor está manchado por la corrupción. Pero es tanto el poder que maneja la entidad madre del fútbol mundial que hay un príncipe, un prestigioso dirigente holandés y un ex crack que buscan sentarse en el sillón que ocupa hace 16 años Joseph Blatter, quien intentará en las próximas elecciones asumir su quinto mandato. La cita es el 29 de mayo, en Zurich, y la tarea de desbancar al sucesor de Joao Havelange parece imposible, pero en materia de rosca política, todo puede ocurrir. Para presentarse, cada uno tuvo que contar con la aprobación de cinco federaciones.

El contexto político. Antes de analizar a los candidatos, hay que entender que el presidente de la UEFA, Michael Platini, está maniobrando para conseguir que Blatter no siga siendo el mandamás. Sin embargo, quienes conocen el entramado político de esas altas esferas del fútbol no ven llegar a buen puerto los intentos del francés para lograr un candidato lo suficientemente fuerte para hacerle frente al aparato con el que cuenta el suizo. Su caballito de carrera es el príncipe jordano y actual vicepresidente de la FIFA, Ali bin al-Hussein. Tan grande es el apoyo del ex crack futbolístico que lo apadrinó por sobre dos europeos: el presidente de la federación holandesa, Michael Van Praag, y el ex futbolista Luis Figo.

Pero lejos está Ben al-Hussein de tener una candidatura sólida, porque ni siquiera cuenta con el apoyo de la confederación asiática, a la que pertenece, que prefiere al actual presidente. En FIFA se lo recuerda principalmente por ser el encargado de que el organismo aceptase que las jugadoras usen el Hiyab (pañuelo islámico), algo que no funciona bien como carta de presentación. A favor del hombre de 39 años, que en caso de ganar sería el primer musulmán en dirigir la entidad madre, está la cercanía con las monarquías del Golfo, principales financiadoras del fútbol mundial en este momento. Pero ni ellos lo siguen tras la elección de Qatar 2022, ya que los que apoyaron su candidatura fueron Inglaterra, Georgia, Bielorrusa, Malta, Jordania y Estados Unidos, estas dos últimas, las únicas federaciones no europeas que han avalado a algún rival de Blatter. Una opción viable para encontrar algo más factible para vencer al suizo es que el jordano se alíe con Figo y Van Praag. “Estoy deseando reunirme con ellos. Conozco muy bien a Figo, es un buen amigo, y también a Van Praag. Considero positivo que haya más de un candidato. Debemos estar más centralizados, y trabajar como equipo sería una buena forma de hacerlo”. Muchos aseguran que este triunvirato se formará para unir a Europa en una eventual segunda vuelta en las elecciones del 29 de mayo, si Blatter no obtiene el 66% de los votos en primera ronda.

Figo, la cara fresca. El que fue Balón de Oro en 2002 se postula porque, según él, se siente obligado a devolver al fútbol lo que le dio, tras ver las protestas del pueblo de Brasil en el pasado Mundial. El portugués es un defensor de los más débiles ya que en su manifiesto de presentación a la candidatura no sólo dio la idea de hacer modificaciones a la ley del offside, entre otras reglas, sino que además propuso en Wembley un Mundial de hasta 48 equipos, en la que ninguno de los que se agreguen sea europeo. Detrás de su candidatura está el cada vez más fuerte lobby portugués, que cuenta con pesos pesados como Mourinho o el magnate Jorge Mendes. Recibió el visto bueno de Dinamarca, Montenegro, Polonia, Macedonia y Luxemburgo.

De naranja. Van Praag es el presidente de la Federación Holandesa y uno de los rivales más duros de Blatter, a quien le pidió la renuncia luego del escándalo por los sobornos en la designación de los próximos dos mundiales. Este ex árbitro fue presidente del Ajax,

como su padre, y es un empresario exitoso. El presentó los apoyos de Bélgica, Suecia, Escocia, Rumania, e Islas Feroe, todos países con escaso poder en FIFA.

Por más que unan fuerzas, Joseph Blatter camina muy tranquilo en su sueño de completar los 21 años al frente de la FIFA. Ni las denuncias de corrupción que le han costado la cabeza a más de un dirigente de las altas esferas (Nicolás Léoz, Ricardo Texeira, Jack Warner, Joao Havelange) parecen poner en jaque al más poderoso de los dirigentes del fútbol mundial. Como el anillo que portaba en su mano Julio Grondona, parece que en la FIFA, a pesar de los escándalos, todo pasa.

ARGENTINA APUESTA A BLATTER

Si hubo alguien influyente en la carrera política de Blatter, ése fue Julio Grondona. El fallecido ex presidente de la AFA y vicepresidente de FIFA fue el que ayudó al suizo a conseguir el apoyo político suficiente para poder estar al frente de la entidad madre del fútbol por más de cuatro períodos. Por eso no sorprende que de cara a las próximas elecciones, el voto de Argentina sea para el actual mandamás.

Para entender un poco los porqués de esta elección no hay que ir muy lejos. Además de que en FIFA todo se maneja por bloques, la Conmebol siempre tuvo una buena relación con Blatter porque fue uno de los principales defensores de la media plaza más para Sudamérica en las Eliminatorias. El Repechaje, pretendido por varias confederaciones, fue uno de los grandes gestos que ha tenido el suizo con el fútbol de estos lados. En la reciente visita de los candidatos a la sede de la Conmebol, en Paraguay, para asistir al Congreso Ordinario, quedó bien claro que el apoyo será total para el actual dueño de la pelota.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil