viernes 19 de abril del 2024

La nueva Biblia de la AFA y sus deslices

La casa madre del fútbol argentino presentó un informe sobre la economía de los clubes. Por un lado derriba mitos; por el otro hace interpretaciones discutibles. Galería de fotosGalería de fotos

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¿Cuánto es el dinero que moviliza el fútbol? ¿Cómo es la estructura de ingresos de los equipos del fútbol argentino respecto de las ligas europeas y brasileñas? ¿Son los clubes y la AFA los dueños de la pelota, o el negocio está por fuera de su control? ¿Quiénes son los principales financiadores de las instituciones y del fútbol en general?

Con estos interrogantes comienza “La contribución del Fútbol a la Economía Argentina”, un estudio encargado por la AFA y realizado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El trabajo de investigación, coordinado por Ariel Coremberg, buscó derribar ciertos mitos y supuestos financieros que giran en torno al mundo de la pelota.

En las últimas décadas asistimos al despegue del deporte como espectáculo general, como negocio económico y evento social de relevancia. Se ha superado la histórica identificación del juego, exclusivamente lúdica y saludable, para dar paso a una nueva profesión sumamente apetecible. Esta transformación deportiva no fue homogénea. Mientras algunos campos de estudio fueron evolucionando de manera constante, otros quedaron relegados: la Economía del Deporte ha sido uno de ellos. No casualmente los amantes del fútbol, habituados a detallar goles y asistencias, poco conocen o se han interesado por los números y el presupuesto de sus clubes. La falta de interés de los propios dirigentes y de los investigadores del área económica (por la baja relevancia relativa del deporte en la economía), contribuyó a este escenario de olvido.

Es en este punto donde el estudio de Coremberg y colaboradores cobra relevancia pionera, porque pone en la mesa de discusión un asunto olvidado. Analizando una muestra de 68 balances anuales, otorgados por AFA y correspondientes a 44 equipos (veinte de Primera A, siete de Nacional B, doce de Primera B Metropolitana y cinco de la C), el grupo de investigadores construyó un “modelo argentino” de distribución de ingresos e impacto económico del fútbol. Posteriormente, comparó los datos obtenidos con otros similares de Brasil (elaborado por Pluri Consultoria) y de Europa (por Deloitte).

Es falso que “la TV sea el principal sostén del fútbol argentino” y que “los clubes se financian con la venta de jugadores”

Según la investigación, el fútbol argentino genera un total de 41.823 millones de pesos anuales, de los cuales apenas el 20% ($ 8.908 millones) son facturados por los clubes y el 80% restante (32.915 millones) son de sectores vinculados como turismo, consumo y afines. Los ingresos declarados por las instituciones, en 2013, se distribuyeron en cuatro grupos importantes según el origen (socios/entradas, derechos de TV, marketing/sponsor y venta de jugadores), para facilitar su procesamiento. Excluyendo el item “venta de jugadores” del total por su volatilidad, se descubrió que entre los tres restantes, el que tenía más peso en Argentina era el ingreso por “socios y ventas de entradas”, después “derechos televisivos” y, en el último lugar”, marketing/sponsors.

ingresos clubes

Partiendo de los hallazgos encontrados, la investigación desmitifica ciertos preconceptos que existían en torno al fútbol argentino. Considera falso que “la TV sea el principal sostén del fútbol argentino” y que “los clubes se financien con la venta de jugadores”, ya que se observa que el mayor ingreso es por socios/entradas y que los ingresos netos por transferencias apenas alcanzan el 7% del total.

Cuando los valores brutos argentinos son comparados con los de Europa y (también) con Brasil, se cobra dimensión de la realidad nacional. Las mejores instituciones europeas decuplican (diez veces más) y las mejores brasileñas duplican el ingreso total de Boca (407 millones), el equipo más “rico”. Al comparar las fuentes de donde proviene el ingreso, en Europa tienen mayor protagonismo la sponsorización/merchandising (42%) y luego los derechos de televisión (36%), mientras que en Brasil el protagonismo se invierte y la TV es la más gravitante (47%).

“En la esencia del número matemático hay el propósito de una limitación mecánica. El número tiene en esto gran afinidad con la palabra, la cual también limita las impresiones del mundo”, decía el historiador alemán Oswald Spengler, a sabiendas de que toda estadística es un recorte parcial de la realidad. Esa limitación, a veces inevitable, también puede verse en este trabajo.

Al momento de analizar la situación argentina, hay un detalle abrumador que la investigación soslaya. Para el trabajo, el máximo aporte que tienen los clubes es el ingreso por cuota societaria y entradas, pero se sabe por los balances de AFA y por lógica (a consecuencia de la prohibición de público visitante), que la venta de tickets cada vez es menor. Así que el tema socios es preponderante en el ingreso pero, en muchos casos, no tienen ningún vínculo con el fútbol si no con otras actividades.

Las instituciones argentinas son sociedades civiles sin fines de lucro y actúan como entidades polideportivas, mientras que algunos de sus pares en Europa (Inglaterra y Francia, por ejemplo) son sociedades anónimas exclusivamente dedicadas al fútbol. La peculiaridad del número de socios también se puede observar, entre Argentina y Brasil, comparando los clubes de mayor relevancia en los deportes grupales más convocantes. Ambos países comparten afinidades por el fútbol, básquet y vóley (destacan por fuera, el fútbol femenino en Brasil y el hockey sobre césped en Argentina). Para ejemplificar de manera extrema y claro las diferencias, se puede observar lo que pasa en el vóley femenino. En la Superliga A de Brasil no participa ningún equipo que también tenga fútbol y dispute el Brasileirao, mientras que de la Liga argentina participan Boca, River, Vélez, Estudiantes (LP), San Lorenzo, Gimnasia (LP) y Olimpo (BB). Todas las jugadores, y las juveniles que están por debajo, son socias y aportan su cuota para el club, pero ¿puede ser considerado un aporte del fútbol?

Además de los socios que hacen otros deportes y no necesariamente son simpatizantes de fútbol, hay otro factor para sumar al análisis. Los clubes también se han transformado en entidades educativas y sus alumnos tampoco son necesariamente hinchas del club. El informe ubica a River Plate (con 353,6 millones de pesos) y a Vélez (con 222 millones) como los dos clubes, de la última temporada, que siguen a Boca en cuanto a mayor recaudación. Justamente, las dos instituciones que tienen mayor desarrollo de oferta educativa (desde jardín a terciario) y, por consiguiente, mayor cantidad de socios vinculados a la actividad.

Otro de los aspectos que contribuye a este criterio, es que paradójicamente a categorías más bajas, donde el ingreso televisivo es exponencialmente menor, los clubes son más dependientes de este factor. Lo cual es lógico, si pensamos que los clubes de la B Metropolitana y de la Primera C tienen menos infraestructura social y son más clubes de fútbol.

En un momento en el que se habla mucho sobre los números del fútbol y los derechos de televisación pagados por el Estado, la AFA le dio espacio a la investigación y le abrió el juego el debate. Bienvenido sea. Con los números en la mesa, cada uno sacará sus propias conclusiones porque, como decía George Bernard Shaw, “la estadística es una ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno”.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil

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