viernes 29 de marzo del 2024

Martino y su Feria de Vanidades

Lo que más preocupa en la concentración de La Serena, son los egos. Los pronósticos para la Copa América y por qué Tevez "dejó de ser jugador de Selección".

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Argentina se presenta en la Copa América chilena, con la tercera selección más envejecida entre las 12 participantes. Es apenas cuatro meses más joven, en el promedio de su lista de buena fe, que el anfitrión y Paraguay. Ambas promedian 28 años y ocho meses. La albiceleste clava 28 años y cuatro meses. No se puede decir que es un equipo veterano, pero en general y sólo en esto de las estadísticas, los equipos con más chances son los que rondan los 27 años.

Brasil es la más bisoña de todas, un mes más joven que Colombia: 26,5 y 26,6 respectivamente. Estas son las únicas dos selecciones en la casa de los 26 años. Después, desfilan cinco países arriba de los 27 años: Ecuador, Uruguay, Jamaica, Perú y Bolivia. Por último, México y Venezuela, con 28 años y dos meses, son las más desgastadas. Esto, así, en solitario, no quiere decir nada. Jóvenes pataduras no derrotan a cracks fosilizados. Pero, si se lo asocia a otros elementos, sí puede comenzar a pesar, a tener su importancia. Especialmente en campeonatos que se disputan a mitad de año calendario, o sea a fin de la promocionada temporada europea.

La Selección de Gerardo Martino, precisamente, es la segunda que más jugadores ‘europeos’ lleva al otro lado de la Cordillera: 21, apenas dos juegan en nuestro país (Casco en Newell’s y Gago en Boca). La más ‘extranjera’ de todas es Uruguay, que tiene a un solo jugador actuando en su país, el brioso defensor Fucile de Nacional de Montevideo. Los otros 22 militan allende sus fronteras, ocho de ellos en Sudamérica. No falta quien diga que si Luis Suárez estuviese habilitado para disputar la Copa América todos serían ‘foráneos’. El atacante del Barça recién empezó a purgar los nueve partidos oficiales con su Selección a los que fue condenado por morder (hasta ahora pagó uno solo).

La Colombia de Pekerman está igual que su Argentina nativa: 21 ‘extranjeros’ y dos locales (Vargas y Bonilla, de Atlético Nacional y La Equidad, respectivamente). Allí también hay cuatro que militan en clubes sudamericanos:  Teo Gutiérrez en River, Váldez en Nacional de Uruguay y Armero (Flamengo) y Edwin Valencia (Santos), ambos de Brasil que todavía puede pagar mejor que el resto de sus vecinos…

Hasta Jamaica, en este raro fútbol moderno, tiene la mayoría de sus jugadores en el exterior, lo que demuestra que ‘se compra cualquier cosa’, no calidad y que son transferencias apenas para que alguien gane dinero, además del jugador. Únicamente tres jamaiquinos disputan su certamen nacional; veinte actúan fuera de la isla caribeña. La mayoría pertenece a clubes ingleses de segundo escalón, estadounidenses y canadienses. El local, Chile, suma cuatro ‘locales’ cada uno en la lista enviada a la CONMEBOL.

Brasil y Paraguay viajan con cinco convocados que aún no fueron vendidos a los mercados que se deslumbran con sudamericanos; los otros 18 viven en el exterior. Venezuela y Ecuador están bastante equilibrados: la ‘vino tinto’ tiene 14 ‘extranjeros’ y nueve ‘venezolanos’, mientras a Ecuador la defenderán 12 exportados y 11 ‘nativos’ (casi todos de Emelec, equipo que armó su actual entrenador, el argentino Gustavo Quinteros).

Perú, Bolivia y México, finalmente, son las únicas tres selecciones representadas por una mayoría que disputa sus propios campeonatos y la actual Libertadores. En esta Copa América, el Perú de Ricardo Gareca nunca conseguirá poner once titulares ‘extranjeros’ porque no los tiene: son 10. Y 13 locales. Ya Bolivia demuestra que no le sobran estrellas exportadas; pues, llega a su vecina y rival Chile, con 18 profesionales de su propio torneo y apenas cinco ‘foráneos’. No será con esta selección que va a recuperar su salida al mar (despojada por los chilenos cuando la Guerra del Pacífico de 1883): La actual es una de las peores Bolivia del último medio siglo; lo dejó claro el sábado, en San Juan, en el 0 a 5 ante Argentina. México, por último, es el que más futbolistas lleva de su fútbol nacional: sólo cuatro actúan en el extranjero.

Si tomamos estos elementos y los cruzamos con otros datos, como por ejemplo cuales fueron los países que participaron del último Mundial (Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Colombia y Ecuador), contamos los que continúan seleccionados en esos planteles, quienes se renovaron, los que cambiaron de entrenador y sopesamos todo ello con las actuaciones individuales de este último semestre, entonces sí, tal vez y sólo tal vez, consigamos extraer algún jugo y nos sobre pulpa para entender más y vaticinar mejor quienes son candidatos al título y quienes se quedarán afuera ya en la primera ronda.

En el Grupo ‘A’ clasificarán 1º Chile, 2º Ecuador y 3º México en ese orden. Bolivia posiblemente no sume ningún punto, pese a que México le faltará el respeto a quienes la convidaron: pues, presentará un equipo alternativo. Miguel ‘Piojo’ Herrera, su carismático entrenador, fue claro: “La Copa América no es nuestra prioridad”; aclárese que días después su ‘Selección principal’ jugará la Copa de Oro de la CONCACAF que clasifica para la próxima Copa de las Confederaciones, aparentemente mejor vidriera que un torneo entre sudamericanos y dos invitados de piedra.

En el Grupo ‘B’ Jamaica corre el mismo riesgo boliviano: no sumar ningún punto. Aquí clasificarán 1º Argentina, 2º Uruguay y 3º Paraguay. En los papeles es la zona más difícil, pero sin el peso de la historia, la actualidad nos dice otra cosa. Será fácil para Argentina. El gran problema de Uruguay, mayor vencedor de Copa América (15, una más que nosotros) es la ausencia de su mejor exponente, Luis Suárez. Además, se cerró el ciclo de puntales como Forlán y Diego Lugano. Por último, lesiones como la del lateral Cáceres de la Juventus de Turín, terminan de disminuirlo y le sacan la categoría que mostró en el mundial brasileño. Es un nuevo equipo con un entrenador viejo (el profesor Tabárez ya fue, tanto que dudo llegue a las eliminatorias), por lo que debe limitar su ambición.

Y en el Grupo ‘C’ se vuelven rápido a casa el último, que puede ser Venezuela, y el peor tercero, Perú (ya tiene problemas intestinos, sus cuatro mejores jugadores se escaparon de la concentración para trasnochar en una discoteca: Guerrero, Farfán, Pizarro y Zambrano). Pasan a la fase siguiente 1º Brasil y 2º Colombia.

Si esto es así, en Cuartos de Final, Argentina eliminará a México, Brasil a Uruguay, Chile a Paraguay y Colombia a Ecuador. Parece cantado. Claro que puede haber alguna sorpresa, es fútbol, pero, dependiendo de cómo se den los cruces, los equipos con más chances de llegar a la final son Chile, Brasil, Argentina y Colombia en ese orden.

El resto no cuenta, incluyendo a Paraguay y México: Ramón Díaz –de 12 técnicos, seis son argentinos– no podrá hacer magia, al menos por ahora. Su nuevo equipo no tendrá los goles del ex Ñuls Oscar Cardozo y tampoco le surgieron grandes figuras de recambio. Todo está ‘por hacerse’. Mientras México, tal lo dicho, se presentará con su selección alternativa, sin Chicharito, sin Carlos Vela y sin Giovanni dos Santos entre otros, nada de otro mundo, pero mejores elementos que sus substitutos.

El candidato es Chile, entre otras cosas porque nunca ganó la Copa América. Sólo fue vice: sí, cuatro veces segundo, la última vez en el lejano 1987 en Buenos Aires. Chile no quiere desperdiciar esta chance única, que lo encuentra anfitrión y con un equipo armado al que sólo la mala suerte lo retiró de la última Copa del Mundo. Es verdad, ya perdió seis Copas América en su casa, pero nunca tuvo un equipo como el actual (Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Claudio Bravo…). Además, disfruta del – probablemente– mejor entrenador de todos los que estarán en Santiago. El argentino Jorge Sampaoli, hoy por hoy, es quien mejor entiende el fútbol que se debe jugar en estos tiempos corruptos; quizá más que su maestro Bielsa.

Brasil está a la misma altura de Argentina aunque tenga menos estrellas. Es la otra selección que, como la chilena, se ‘va a matar’ por ganar esta Copa América. Sólo le juega en contra que de las últimas seis ediciones ganó cuatro y la historia indica, salvo excepciones, que nadie acumula muchas conquistas tan seguidamente (con diferentes planteles). Pero Brasil precisa lavar su alma y borrar un poquito el mayor papelón de su centenaria vida, el 7 a 1 que le propinó Alemania en el ‘Mineirão’. El orgullo ‘verde-amarelo’ está herido y su nuevo entrenador, Dunga, es decisivamente disciplinador y naturalmente ganador. Su racha actual –10 partidos y 10 victorias– es formidable pero, si fuese poco, contando su paso anterior como DT, que incluye el Mundial de Sudáfrica 2010, es el entrenador con mejores resultados de toda la historia brasileña. Tendrá ausencias importantes (Luis Gustavo, Oscar y el lateral Marcelo del Real Madrid) pero tiene buenos relevos pidiendo pista.

Argentina, en consecuencia, es el tercer candidato. Especialmente porque es muy difícil que Chile y Brasil se eliminen entre ellos, en semifinales, lo que sí le garantizaría a la Argentina un pase seguro a la Final. Y con muchas chances, porque esos partidos decisivos son para cualquiera. Pero Chile y Brasil pueden frenarnos. Sólo ellos, ninguna otra selección sudamericana actual; ni siquiera la Colombia de Pekerman que posee un buen plantel, con la base del último Mundial, con un James Rodríguez más maduro (hizo mejor primera temporada en el Real Madrid que el mismísimo Di María) y un Falcão García que quiere volver a las grandes emociones después de superar la lesión que lo alejó de Brasil 2014. En contrapartida, sufrirá la ausencia de los lesionados Abel Aguilar y Fredy Guarín (además, no fueron convocados Álvarez Balanta y el otro pibe promesa, Juan Fernando Quintero).

Pero eso es remoto. Las semifinales, por decantación, enfrentarán a Chile con Colombia y a Argentina con Brasil. Así Chile tiene asegurado su lugar en la Final, en tanto la otra plaza será resuelta más emocionalmente que por virtudes técnicas. Y es allí donde presiento que el Brasil de Dunga estará más consistente que la Argentina del ‘Tata’ Martino. El severo Dunga sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. El liberal Martino tal vez sepa lo que pretende, pero sospecho que desconoce cómo lograrlo con tantas vanidades en su plantel. En vez de entusiasmarlo el manojo de ‘prima donna’ del que dispone, se me hace que eso lo preocupa en demasía. Por lo pronto, no tuvo la personalidad de Sabella para dejar a Tevez afuera.

Argentina, aunque menos que en el Mundial, sigue siendo un equipo desequilibrado. Y la rareza que se dio en Brasil 2014, donde jugaron bien los peores y jugaron mal los mejores, difícilmente se repita. Asimismo, el buen momento de Pastore y del remanido Carlitos Tevez, genera ilusiones desmedidas sobre lo que ambos pueden producir en la Selección. Y aquí pregunto: ¿sinceramente, Pastore, al igual que Lamela y Banega, son jugadores de Selección? Y Tevez ya había dejado de serlo, tiene 31 años. Será viejo para salvarnos en Rusia 2018. Claro, está atravesando su mejor ciclo y, quien dice, esta vez no se hace expulsar, no cae en sus individualismos, no quiere demostrar que es más que Messi y gana el torneo él solo. Juega lo que no jugó contra el Barcelona, el sábado, en Berlín. Todo puede ser pero no le pongo fichas. Se las hubiese puesto a Icardi, a pesar de Wanda Nara, y a Lucas Pratto.

En defensa, hay algo más que un año atrás, concuerdo, pero sigue siendo poco. El sólo hecho de que aún esté Demichelis, que acaba de anunciar su retiro de la Selección tras la Copa América, demuestra que no hay tanto para elegir. Apenas pronunció esa declaración del adiós a la blanquiceleste, Martino debió excluirlo. No tiene que convocar a quien no representa futuro, a quien le dejará vacante una plaza para las eliminatorias. Merecía alguna chance quien pueda serle útil en el mañana. Pero no, Martino sigue con la cantinela de otros técnicos: llamar a los nombres y no a los hombres.

El resto del equipo continuará dependiendo de sus monstruos: Messi y Mascherano, flamantes ganadores de otra Champions. Uno definiendo adelante y el otro haciéndole aduana a todos en la mitad de la cancha. ¿Y atrás? Es verdad, mejoramos un poco, no está Federico Fernández, no corremos el riesgo de que aparezca jugando (Otamendi es infinitamente superior). Pero una defensa que continúa alineando en la titularidad a Marcos Rojo es una defensa de club, no de selección vencedora.

La gran incógnita es Ángel Di María que no vivió su mejor año. Inglaterra le hizo muy mal –hasta le asaltaron la casa–. Si él está bien físicamente, nosotros estamos salvados. Di María es el verdadero crack de Argentina, el gran director de la orquesta nacional (Messi es el goleador más extraordinario de la historia y Mascherano el interruptor más eficaz que ya vimos, pero…). Con Bolivia, aunque el partido remitía a un entrenamiento liviano, el rosarino no aguantó los 90 minutos y tras su salida el equipo parecía otra Bolivia. Entonces, ¿quien hará su juego, con cambios de extremos, de sube y baja, quite y armado, y a veces también definición, cuando no esté? Nadie.

¿Agüero? Es otra cosa. Maravilloso cuando no lo precisamos, ausente cuando lo necesitamos. Al menos, así fue hasta hoy. Su principal aporte, por ahora, está depositado en la feria de vanidades que se instala en cada convocatoria argentina. Allí, hasta Higuaín, precario feriante, participa… Ojalá Martino les haga entender aquello que decía Honoré de Balzac: “Deja la vanidad para quienes no tienen otra cosa para exhibir”. ¿Podrá el ‘Tata’? No sé, no será fácil: casi todos vienen llenos de dinero y de mimos tras lucirse en Europa…

Temo que Martino sea mejor tipo que técnico. Lo quieren tanto los periodistas que lo frecuentan que se auto engañan y nos hablan de un entrenador que no es el que dicen. La persona les maquilla el DT. Si su paso por Barcelona nos mostró la altura de su vara, estamos en zona de riesgo. Allí no supo administrar las vanidades. Tanto que casi desfigura al Barça que le entregó Tito Vilanova; en realidad lo desfiguró. Luis Henrique con un retoque aquí y otro más allá lo desnudó en pocos meses: de no ganar nada volvió a conquistarlo todo. Y –ahora con la mano en el corazón– su elogiado Newell’s campeón no hubiese arrimado siquiera entre los primeros tres, si ‘Nacho’ Scocco no hacía el campeonato que hizo: parecía Pelé. Y, además, el mejor Maxi Rodriguez. Ambos le marcaron la diferencia. Con esos dos, jugando lo que jugaron en ese torneo, hasta el último Bianchi de Boca volvía a ser virrey.

Así, lo que más preocupa en la concentración de La Serena, son los egos de la Selección, que se parecen más a los del pomposo Barcelona que a los del inspirado Newell’s… Pero bien, sin ansiedades: en pocos días comenzaremos a saber de qué se trata, en partidos oficiales, por los puntos y los porotos, la Selección del ‘Tata’. Y cuál es la verdadera dimensión de Martino: ¿esa nebulosa catalana que nos hizo dudar hasta de Messi o el pintoresco alto-relieve que modeló en su Rosario natal con los colores que tiñeron su propia historia? That is the question…

IN TEMPORE: Tras fracasar en el Circuito Mundial, clasificando octavos con menos de la mitad de los puntos del primero, Los Pumas 7s finalmente consiguieron su ticket para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016. Sin rivales competitivos, ganaron el Sudamericano que, además, jugaron en casa (Santa Fe). Las mujeres por ahora no van, pero tienen repechaje. Sin embargo, el rugby nacional, estos días, fue noticia por un hecho indigno: el abuso de dos nenas de 13 años en el SIC. Quien quiera leer más puede hacerlo acá