viernes 19 de abril del 2024

Boca, la alharaca y los buenos muchachos

La partida de Calleri tras la llegada de Osvaldo para jugar junto a Tevez pudo haber sido un error. Números de la nueva dupla del xeneize.

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Ambientes volátiles, donde nada garantiza la continuidad, debe haber pocos. En un entorno laboral común y corriente, al trabajador se lo evalúa por comportamiento y rendimiento (individual y colectivo). El retorno de Daniel Osvaldo a Boca y la partida ilógica de Jonathan Calleri al San Pablo, demuestra que en el fútbol hay cuestiones que pueden alterar las prioridades comúnmente establecidas: la mediatización y el amiguismo por encima de la productividad y la conducta. Un mecanismo de selección que aparenta ser inconcebible para un labor con “pie de obra” altamente calificado y de gran repercusión pública pero, al fin de cuentas, no lo es.

“Quería quedarme en Boca” dijo Calleri en el aeropuerto de Ezeiza, minutos antes de tomar el vuelo que lo depositaría en tierras paulistas. “Me hubiese gustado continuar para jugar la Libertadores porque fue el club que me dio todo, me formó como jugador y como persona, pero me tuve que ir”. Leyendo sus declaraciones el hincha podría preguntarse, ¿por qué tuvo que marcharse, si rindió de gran manera en la obtención de los torneos de 2015 (Campeonato y Copa Argentina) y estaba interesado en continuar?

Para el Vasco Arruabarrena, “Johny es un chico consciente, muy buen profesional. Si no llega a ser transferido deberá pelear por un puesto con (Daniel) Osvaldo. Como les dije a ambos en 2015, solo jugará uno, porque (Carlos) Tévez no es enganche, es mediapunta o delantero retrasado”. Ahora, con más razón, si el entrenador lo considera valioso y la competencia interna es un aspecto positivo para el fortalecimiento futbolístico de un grupo, ¿por qué tuvo que marcharse?

“Calleri habló por inexperiencia al decir que quería irse de Boca si venía otro delantero (en referencia a Daniel Osvaldo). Se podía haber quedado hasta agosto, pero quedó preso de sus palabras” sostuvo a comienzo de año Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, sobre la venta del delantero al Deportivo Maldonado (institución uruguaya que actúa como by pass impositivo-financiero en el fútbol) y previo a que se confirmase su arribo al San Pablo.

Lamentablemente, si hay algo devaluado en el fútbol es el valor de la palabra. La capacidad humana de afirmarse en lo dicho, a pesar de los condicionamientos materiales, psicológicos o sociales, es algo que la sociedad ha ido perdiendo y que en el fútbol desapareció por completo. Ver dirigentes asumiendo responsabilidades que no podrán cumplir o futbolistas cambiando de representantes con la asiduidad de una muda de ropa, es moneda corriente. Ni siquiera es necesario hacer especial mención en los intermediarios que, a cambio de millones de dólares, garantizan brillantes en bruto donde todos saben que hay sólo espejos de colores. Por todos estos motivos, se vuelve ilógico justificar la partida de Calleri sólo por una declaración que pudo haber hecho hace tres meses y de la que hoy ya nadie se acordaba, a excepción de los involucrados.

Para intentar explicar o justificar algo tan inexplicable como desarmar adrede tu dupla de ataque se habló (en demasía) sobre la historia del tándem Tévez – Osvaldo en la Juventus versión 2013/14: los rendimientos, la buena química y las virtudes de ataque. No existen dudas sobre sus capacidades futbolísticas y, por otro lado, no hay forma de dimensionar los beneficios de la supuesta afinidad. Ahora, en lo que respecta a resultados, hay una enorme diferencia entre lo escrito sobre Tévez-Osvaldo y lo verdaderamente cuantificable.

Los números brutos indican que convivieron en trece partidos: diez victorias, dos empates y una derrota; ocho por el Calcio y cinco en copas internacionales; con seis goles de Tévez y dos de Osvaldo. Descripto así, suena a simbiosis perfecta. Al ubicarlo en contexto y adornarlo con el resto de los datos, el panorama es muy distinto al declamado.

Por el Calcio, en total compartieron 152 minutos en cancha. En el debut fueron 22´, ante Hellas Verona: iban ganando (2-1) cuando entró el Loco y les terminaron empatando (2-2). En el segundo partido, frente a Chievo Verona, ingresaron simultáneamente a los 71’ y no se modificó el resultado (victoria por 3 a 1). Ante el Milan, Osvaldo saltó al campo de juego en el último minuto, para hacer tiempo, cuando el equipo ya ganaba y el resultado era apretado (1-0). Se puede decir que contra el Catania, fue su performance más destacada: jugaron juntos desde el inicio y un pase de Osvaldo (que fue reemplazado a los 64’) sirvió que Tévez hiciese el gol del triunfo.

Después vinieron el partido con la Roma, donde Osvaldo entró a falta de 15 minutos y terminó haciendo el gol de la victoria, y el cierre de su paso por la “Vecchia Signora”, cuando ingresó faltando 31’ para acompañar a Tévez en el último juego ante Cagliari: con un partido decorativo, donde ya era campeones y vencían 3 a 0.

Es curioso que, por Europa League, también hayan completado apenas 152’ en conjunto: 66’ ante el Trabzon (donde Osvaldo convirtió un gol), 12’ en la victoria sobre Fiorentina de visitante, 62’ ante el Olympique de Lyon y 12’ en el último partido de vuelta frente al Benfica (donde quedaron eliminados).

Como resumen general, se puede decir que sólo en tres oportunidades arrancaron juntos de titulares (dos por la Europa League y una en el Calcio) y que, en otras tres, uno ingresó en reemplazo del otro (Osvaldo por Tévez en la ida con el Benfica y ante Torino, y Tévez por Osvaldo frente al Atalanta por el Calcio). En los números sólo se destaca el partido ante el Catania y los últimos quince minutos frente a la Roma. Poco, muy poco para tanta alharaca.

En su regreso a Boca, Osvaldo se propuso dejar de ser noticia para las páginas amarillas. La tumultuosa primera etapa no auguraba un posible retorno, pero lo ha tenido. Condiciones para jugar no le faltan pero habrá que ver si realmente puede demostrarlas. De no ser así, quedará aún más en evidencia el error de Boca, al forzar también la salida de Calleri.

Sin intención de sumarse a la crítica o de alterar el mundo Boca luego de la derrota y en la previa del segundo Superclásico de verano, Mauricio Pochettino (quien fuera su entrenador en el Southampton) fue entrevistado por el Daily Mail y dejó una frase lapidaria: “Para mí cuando usted gasta mucho dinero por un jugador, además de saber jugar, este debe tener seguro un par de cosas buenas: conducta, disciplina, responsabilidad y profesionalismo. Después del error con Daniel Osvaldo solo quiero traer buenos muchachos”.