sábado 20 de abril del 2024

El fútbol y el Lai Tai: la muerte silente

Davide Astori se incorpora a la lista de futbolistas que mueren a causa del corazón durante su vida activa. Qué es el 'Sindrome de Brugada'.

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Cuenta la historia que los hombres jóvenes tailandeses se disfrazaban de mujeres para dormir más tranquilos y buscando esquivar el “Lai Tai”: la leyenda de la bruja mortal que elegía a uno para visitarlo por la noche y se lo llevaba en la flor de la vida. La “muerte durante el sueño” continúa siendo, en Thailandia, la principal causa de muerte no violenta en hombres treintañeros y, a nivel total, solo es superada por los accidentes.

Con el tiempo, el progreso de los conocimientos y la comprobación de que el camuflaje no era infalible, la práctica se fue discontinuando pero todavía, algunos sectores rurales del noroeste del país, continúan con el rito.

La muerte súbita es una pérdida que consterna. Esa sensación se incrementa si se da en un deportista de élite porque para la gente el deporte es salud, pese a que el alto rendimiento no lo sea. Cómo ocurrió hace unos años en la Argentina, con el fallecimiento de Cristian Gómez, la muerte del capitán de la Fiorentina, Davide Astori, paralizó a Italia y al Mundo.

Iba en el auto, cuando por la radio nos enteramos de la noticia. Dijo “nos” porque iba con mis hijos. Se hizo un silencio y nos quedamos un tiempo escuchando. No hubo muchos datos. La causa no está definida pero si se sabe que Astori se murió durmiendo. En lo personal, las pérdidas de futbolistas me generan una sensación difícil de explicar. Pasó un tiempo hasta que fue mi hijo menor, quien rompió el silencio ¿En serio se murió Astori, el que tenía 81 de valoración FIFA? Astori, el marcador central al que nunca vimos jugar en vivo y en directo, ese que estaba tan lejos pero, a la vez, tan cerca.

Su carrera, además de la Fiorentina, incluyó al Cagliari, la Roma y la selección azzura. Nació en San Giovanni Bianco (Bergamo) en 1987, un par de años antes que se encontrara una de las causas de la muerte silente. En España, a mediados de 1989, los hermanos doctores Pere y Josep Brugada encontraron una explicación posible a la “muerte del sueño”, al detectar una alteración electrocardiográfica en un niño polaco de tres años que su padre había reanimado de la muerte. Su padre fue tan eficiente porque un año antes, la hermana mayor del chico no había tenido la misma suerte y en un episodio similar (con los mismos síntomas), había perdido la vida.

Los Brugada detectaron que el electrocardiograma presentaba un patrón característico en forma de “aleta de tiburón” y empezaron a asociar a casos con anomalías en el ECG. Para 1992 ya lo definieron como síndrome, describiendo como característica distintiva una canalopatía: es decir, una alteración de los canales iónicos (proteínas que controlan el paso de la electricidad) de las células cuya consecuencia es el aumento de la predisposición a padecer.

Posteriormente se descubrió que el “Sindrome de Brugada” tenía una asociación cromosómica. Esta se expresaba preferentemente sobre la población masculina al llegar a la tercer y cuarta década de la vida. Hoy, la enfermedad se define como: un trastorno genético poco común del sistema de conducción eléctrica del corazón (a cargo de la contracción del músculo miocárdico) que se caracteriza por provocar un latido más rápido de lo normal en las cámaras inferiores del corazón (fibrilación ventricular), impidiendo que la sangre circule con eficiencia.  A consecuencia de esta situación, el enfermo puede perder el conocimiento (síncope) y morir en pocos minutos (muerte súbita) si no se le reanima. Una patología que no avisa ni discrimina.

En la actualidad, el síndrome Brugada es la causa de entre un 4% y 12% de todas las muertes súbitas y nueve de cada diez enfermos son varones que en mujeres, la prevalencia general se sitúa en torno a 5 de cada 10.000 personas y el único procedimiento que ha demostrado ser realmente eficaz es el implante de el desfibrilador automático (DAI). El DAI es un pequeño dispositivo metálico que se ubica en el plano subcutáneo, en la parte superior del pecho izquierdo, y tiene como función regularizar la conducción eléctrica en caso de detección de una anomalía: evitando de esta forma la muerte súbita.

Davide Astori se incorpora a la lista de futbolistas que mueren a causa del corazón durante su vida activa. Las causas son varias, la lista es grande e incluye a jugadores como Marc Vivian Foe, Antonio Puerta y Dani Jarque. Algunos perdieron la vida en el campo de juego y otros afuera, unos mostraron signos de lo que ocurría y están los que se fueron sin dar ninguna muestra.

En el fútbol argentino se pueden mencionar casos históricos como Oscar Víctor Trossero de River, que falleció al término de un partido ante Central en el Gigante de Arroyito en la década del 70; al mencionado Cristian Gómez y al arquero de Independiente Lucas  Molina, quien al igual que Astori, murió mientras dormía. Sirva este texto como recordatorio para todos ellos y como acompañamiento para sus familias, porque ante muertes del estilo no hay forma de no rememorar lo perdido.