miércoles 24 de abril del 2024

Embarazada, quiere hacer historia

La tiradora malaya Nur Suryani Mohamad Taibi, que llega a los Juegos Olímpicos con casi ocho meses de embarazo, busca el primer oro para su país. Galería de fotosGalería de fotos

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Cuando la primera tiradora de la historia de Malasia apunte a la diana en Londres, rezará silenciosamente para que la hija que espera se abstenga de dar patadas hasta que apriete el gatillo. La oficial de logística de la Marina, Nur Suryani Mohamad Taibi, medalla de oro en los Juegos de la Commonwealth en 2010, espera a su primogénita para septiembre pero esto, al menos hasta el momento, no la ha detenido.

Taibi siguió entrenando a pesar de las náuseas matutinas y del aumento del tamaño de su barriga, y con la inauguración de los Juegos está ahora a sólo días de cumplir su sueño olímpico. "La mayoría de gente dice que estoy loca o que soy egoísta porque estoy poniendo en juego la salud de mi hija", dijo esta primeriza de 29 años.

"Mi marido dice que lo aproveche porque ésta es una oportunidad excepcional que tal vez no se vuelve a presentar. Además, yo soy la madre. Sé lo que puedo hacer. Y soy una persona tozuda", agregó.

Nur Suryani no es la primera embarazada que compite en unos Juegos Olímpicos. Pero a poco más de un mes de salirse de cuentas, la tiradora de carabina a 10 metros será una de las competidoras en más avanzado estado de gestación de toda la historia olímpica. Y pulverizará todos los récords si gana el oro, puesto que Malasia nunca ha subido a lo más alto del podio en unos Juegos.

Preparándose para un reciente entrenamiento, enfundó su abultada barriga en el pesado traje de cuerpo y chaqueta que llevan los competidores para tener mayor estabilidad antes de ponerse la carabina a la espalda.

Quieta como una estatua, Nur Suryani respira hondo antes de cada tiro, apunta y aprieta el gatillo. Ya no se encuentra mal, pero el tiro requiere una gran firmeza de pulso y de todo el resto del cuerpo, tanta que los tiradores disparan entre latido y latido del corazón, cuando el cuerpo está más estable.

Una preocupación clave por tanto es que el feto -una niña a la que llamará Dayana Widyan- dé una patada a destiempo. "Puedo disparar normal. Pero una patada del bebé me impide apretar el gatillo", dijo.

Musulmana como la mayoría de los malayos, Nur Suryani recita versos del Corán para tranquilizar a su futura hija. "Cada mañana hablo con ella y le digo: 'Mamá se va a entrenar. Por favor estate tranquila. No des patadas'. Pero esta mañana ha estado muy traviesa", explicó entre risas.

Pero la malaya, que también ganó el bronce en los Juegos Asiáticos de 2010 y ocupa el puesto 47 en el ránking mundial, insiste que está más en forma que nunca y que sus marcas se han mantenido estables en los entrenamientos a lo largo de su embarazo.

Tuvo que ajustar ligeramente su postura para adaptarse a los cambios físicos, pero dice que los kilos de más le ayudaron a aumentar la estabilidad. "Pero si el bebé da patadas tengo que respirar tranquila y dejar que se calme antes de tirar", repitió.

El marido de Nur Suryani, Marhazli Mohtar, un policía, viajará con ella a Londres para ayudarle a calmar los nervios, y también por si el bebé decidiera adelantarse.

"Sólo quiero competir a mi mejor nivel en los Juegos Olímpicos. Si llega el oro, daré las gracias a Dios y a mi bebé. ¿Quién sabe? Los milagros pueden ocurrir", concluyó.

(*) De la agencia AFP

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