El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, abandonó su postura de mantener a toda costa la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ante la creciente presión internacional y admitió que está analizando diversas alternativas. Lo que sí descarta es suspender totalmente el evento.
"Sólo se puede actuar con responsabilidad si uno tiene bases confiables y claras para decidir", dijo el campéon olímpico de esgrima en 1976, de 66 años, en entrevista con la cadena alemana SWR. Las alternativas posibles ante una cada vez más cercana suspensión sería postergar los Juegos, que están previstos entre el 24 de julio y el 9 de agosto, al otoño (boreal), al verano de 2021 o directamente al 2022.
Health and safety paramount as IOC Executive Board agrees to step up scenario-planning for the Olympic Games #Tokyo2020 https://t.co/jvLYoW9yfG
— IOC MEDIA (@iocmedia) March 22, 2020
Lo más probable parece una postergación de un año, lo que teniendo en cuenta el calendario deportivo ya fijado sería una decisión monumental sin precedentes. En el verano (boreal) de 2021, por ejemplo, tienen lugar los campeonatos mundiales de natación en Fukuoka (Japón) y de atletismo en Eugene (EEUU). En 2022 sería aún más complicado, porque ese año tienen lugar los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero y el Mundial de fútbol en noviembre y diciembre.
"Hubiera sido mejor si desde el principio se decía que se estaba pensando en alternativas", dijo a DPA Max Hartung, presidente de la asociación "Atletas de Alemania". El ex campéon europeo de esgrima decidió no participar en los Juegos de Tokio si tienen lugar este verano (boreal). De esa manera, señaló, quiso dar una señal, aunque la decisión le partiera el corazón.
La Confederación Deportiva Olímpica Alemana (DOSB) informó el sábado a unos 200 deportistas de primer nivel en una videoconferencia sobre el estado del debate. La DOSB instó a sus atletas, ya clasificados o que aún pueden clasificarse, a pronunciarse en consenso a favor o en contra de la realización de los Juegos tal como está previsto hasta ahora.
"La DOSB lo hace muy bien", elogió Hartung la decisión de la entidad y añadió respecto de la votación: "Está la decisión de incluir el voto de los atletas en la posición que la DOSB tomará respecto de los Juegos. Eso es único en el mundo". Añadió que le gustaría que también el COI jugara "con las cartas sobre la mesa".
En vez de eso, el COI y el país anfitrión mantuvieron los rituales previos a los Juegos Olímpicos. "Cancelando los relevos de la antorcha olímpica se podría haber dado una señal de que durante la pandemia se estaría del lado de las personas", criticó Hartung.
Sin embargo, más de 55.000 personas se reunieron el sábado en la estación ferroviaria de Sendai, en el noreste de Japón, para recibir a la antorcha olímpica. Y eso que el Gobierno había instado a la población a evitar grandes aglomeraciones.
El ciclista alemán Maximilian Levy se pronunció en contra de que el COI decida de inmediato. "Ahora todos piden la cancelación". Pero él espera que el COI no ceda a la presión y se tome "el tiempo necesario" para esta difícil decisión. "Si se cancela ahora, se derrumban mundos", dijo el medallista olímpico.
De todas maneras, ya son muy grandes las restricciones a los preparativos olímpicos y las pruebas clasificatorias. Además varían mucho entre los países las limitaciones a las posibilidades de entrenamiento y los controles antidóping a los mejores atletas del mundo, lo que no permite garantizar que todos lleguen en igualdad de condiciones a Tokio.
"Está claro que se está distorsionando la competencia", dijo el farmacólogo Fritz Sörgel a Sport1. El experto en control antidóping calcula que hasta el año que no viene no se podrá contar con un sistema de control regular.
Por eso parece sólo una consigna para aguantar de momento la declaración de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) respecto de que harán todo lo necesario para proteger a los atletas limpios en esta "situación de emergencia global".
"El coronavirus obligó a todos los involucrados en la lucha antidoping, incluida la AMA, a modificar la forma en que realizan su trabajo cotidiano", dijo el presidente de la AMA, Witold Banka.
Sörgel considera que ahora le toca a la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrecer orientación. "El COI y los japoneses no lo podrán hacer por sí mismos. Ya sólo por el hecho de que con la cancelación tendrían que enfrentar demandas enormes en concepto de indemnización", explica. "Pero si la OMS suspende, entonces todo es diferente. Entonces intervienen las aseguradoras".
En el caso de una suspensión de los Juegos Olímpicos, el COI está asegurado por hasta 1.700 millones de euros.
Sin embargo, la OMS no quiere reclamar la suspensión del evento. Esa no es la tarea de la OMS, dijo un portavoz a DPA. "Toda decisión de modificar un evento internacional debería basarse en un detallado análisis de los riesgos", añadió.
Fuente: DPA
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