viernes 19 de abril del 2024

País chico con grandes futbolistas

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LISBOA - Eusebio, Cristiano Ronaldo, Luis Figo, Deco, Paulo Futre, Nuno Gomes, Rui Costa: la lista es larga y puede despertar la envidia de muchos.

Pocos países han producido tantos futbolistas de categoría internacional como Portugal. Sin embargo, esta nación de sólo diez millones de habitantes, la más pobre del occidente europeo, no ha ganado aún ningún título internacional de importancia. Es más, sólo jugó cuatro veces un Mundial. En Sudáfrica 2010 será su quinta participación.

En opinión del actual entrenador nacional, Carlos Queiroz, Portugal sufre la falta de una gran reserva de jugadores que puedan mantener el nivel colectivo si se lesionan las estrellas.

"Brasil y Argentina, por ejemplo, tienen profundidad. Portugal y Costa de Marfil, en cambio, no la tienen. ¿Quién puede garantizar por ejemplo que (Didier) Drogba va a jugar el Mundial?", explicó el "profesor" Queiroz recientemente.

Esto podría explicar por qué Portugal, con tradición de fútbol vistoso y creativo, tampoco consiguió, ni siquiera, un título europeo. La mejor ubicación fue un decepcionante segundo lugar en la Eurocopa 2004 que los lusos disputaron en su propia casa.

En los Mundiales, la página más brillante la escribió, hace ya 44 años, la "quinta" de la legendaria "pantera negra" Eusebio, que en Inglaterra 1966 consiguió un recordado tercer lugar.

Portugal eliminó en aquel entonces al defensor del título, Brasil, remontó un 3-0 adverso en cuartos de final ante Corea del Norte y sólo sucumbió en semifinales ante el anfitrión, que más tarde se coronaría campeón.

Un desempeño semejante, aunque con mucho menos brillo, se logró en el Mundial 2006 en Alemania, cuando Luiz Felipe Scolari, los últimos miembros de la "generación dorada" y los nuevos talentos en torno a Cristiano y Simão Sabrosa alcanzaron el cuarto lugar.

No es casualidad que, al igual que Queiroz, Eusebio naciera en Mozambique, o que Deco viniera al mundo en Brasil, como el delantero Liedson o el padre del pilar defensivo Bruno Alves.

El pequeño país recostado sobre el Atlántico se benefició desde siempre de jugadores "exóticos" llegados de las antiguas colonias.

Los muchos africanos y más recientemente algunos sudamericanos le dieron a la "selecção" un estilo único en Europa.

Sin embargo, Portugal no llega a Sudáfrica como "fuerte" candidato, a pesar de tener un equipo homogéneo y una estrella como Ronaldo, el mejor jugador del mundo en el año 2008. Demasiado tuvo que sufrir en las eliminatorias.

En el Grupo 1, tuvo actuaciones terribles, como un 0-0 en casa ante un "enano futbolístico" como Albania. Finalmente alcanzó a duras penas el segundo lugar y ganó el pasaje a Sudáfrica en los "play offs" contra Bosnia.

En casa, la afición está sumamente escéptica. "Si no nos volvemos después de la primera ronda, festejo, pero no lo creo", dice un joven en Lisboa, repitiendo el discurso de la mayoría.

Los "adeptos" son considerados en Portugal "más tristes que el fado", la música nacional. No son famosos por apoyar ruidosamente y bajan los brazos rápidamente.

Algunos, para explicar la poca esperanza, dicen que muchos de los principales jugadores, como Deco, Liedson, Simão Sabrosa, Ricardo Carvalho y Paulo Ferreira, ya pasaron de los 30.

Para colmo, en el Grupo G, el de "la muerte", Portugal se mide en Sudáfrica a Brasil, Costa de Marfil y Corea del Norte.

Hasta ahora, los portugueses sólo cosecharon títulos a nivel de clubes, con el Benfica de Lisboa o el Porto, o con las famosas selecciones sub-20 que salieron campeonas del mundo en 1989 y 1991.

Sin embargo, al ritmo "I Gotta a Feeling", del grupo "Black Eyed Peas", que fue elegida por Queiroz como "himno de guerra" para sonar en el vestuario antes de la salida a la cancha, Portugal va por su primer título de renombre.

"Tenemos un grupo muy difícil, pero si pasamos la primera ronda, todo es posible", asegura Simão.

Por Emilio Rappold (dpa)

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