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Fiel a su estilo, Marcelo Bielsa vivió el debut chileno en el Mundial con mucha intensidad. A los gritos, sin parar de dar indicaciones y despotricando contra el árbitro en un par de ocasiones, el Loco no paró durante los 90 minutos en la victoria de Chile 1-0 ante Honduras.
Bielsa arrancó el partido tranquilo, pero rápidamente fue subiendo temperatura a medida que no llegaba el gol chileno. Así, empezaron los gritos y las caminatas frente al banco de suplentes. Luego, se puso los anteojos y comenzó a anotar cosas en su libreta.
También se lo pudo ver en su clásica posición de "cuclillas", postal que quedó en la retina de todos los argentinos en aquel fatídico empate ante Suecia que determinó la eliminación argentina en Corea-Japón 2002.
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